Plaza casi llena en la penúltima corrida de la feria de Manizales en la que se lidiaron astados del hierro de Achury Viejo correctos de presentación, deslucidos por falta de casta, sobresaliendo los lidiados en cuarto y quinto lugar que pesaron 446 – 460 – 496 - 442 – 442 y 440 kilos.
Manuel Jesús El Cid : Silencio y oreja
Sebastián Castella: Silencio y dos orejas
Santiago Naranjo: Silencio y silencio.
Sebastián Castella triunfador de la tarde Muy limitado de clase fue el primer astado de El Cid con el que no hubo acople con el capote. La labor muleteril se basó en series con la mano derecha a media altura por la falta de fuerza del ejemplar. Fue cogido peligrosamente pero por fortuna no pasó a mayores. Pinchazo y tres cuartos de espada. Su segunda intervención tuvo fundamento con la mano derecha que fue in crescendo en muletazos ligados que transmitieron a los tendidos. Por el izquierdo lo intentó pero la condición del toro con sus embestidas cortas lo hizo desistir.
Sebastián Castella estuvo voluntarioso en su primero con un toro flojo, distraído y complicado en términos generales. Faena sin trascendencia. El quinto fue todo lo contrario y le permitió al diestro de Beziers interpretar el toreo de cercanías en faena templada y firme por los dos pitones, cuajando muletazos que transmitieron a los tendidos. Estocada entera al volapié para concurso.
Inició bien Santiago Naranjo su labor por doblones y fue construyendo la faena de su primero con pases de uno en uno por lo deslucido de su oponente. Por el izquierdo hizo el intento sin que el toro se rebozara con calidad. Pinchazo y estocada delantera. En el segundo toreo por naturales a un toro que le punteó desluciendo algunos muletazos. La voluntad estuvo por encima de las condiciones del astado que perdió el gas viniéndose a menos.
Como detalle, resaltar la ovación cerrada para el picador Luis Carlos Pedroza Luisin que se despidió de la profesión.
La última corrida de la feria tiene en el cartel a Enrique Ponce y a Julián López El Juli que se medirán en mano a mano con los ejemplares del hierro de Ernesto Gutiérrez Arango.
Foto: Agnès Peronnet
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