Con lluvia durante la mayor parte de la tarde se llevó a cabo el cuarto festejo de la feria de Manizales. Se lidiaron seis toros de La Carolina, muy bien presentados pero sin raza y mansos. Esto dio al traste con las intenciones de los toreros. Miguel Abellán, que actuó con los puntos prácticamente abiertos de su herida en el escroto sufrida en Cali, estuvo muy sereno y sobrio ante su lote. Aplomado y asentado. Dio la vuelta al ruedo en el primero de la tarde y fue silenciada su labor en el cuarto. Sebastián Castella, a quien se le debe abonar que siempre pone voluntad así su toreo no sea muy profundo, cortó la única oreja del festejo en el quinto de la tarde luego de porfiar y estar en la cara del toro. En el primero de su turno obtuvo silencio. Luis Bolivar tuvo ante si una prueba dura pues su lote fue complicado. Su labor fue silenciada en el tercero de la tarde y escuchó algunas palmas en el que cerró la lluviosa tarde. |