El diestro toreó en Nîmes este sábado el segundo toro de su lote a pesar de haberse lesionado en el primero y, aún así, consiguió cortarle las dos orejas y abrir la Puerta de los Cónsules entre el clamor del público.
Este fin de semana Enrique Ponce, que está viviendo una temporada triunfal dentro de la celebración de su 25 aniversario como matador de toros, demostró su infinita entrega al toreo en Nimes, al lidiar el segundo toro de su lote con una lesión en el aductor derecho que se le produjo al entrar a matar su primero, al que cortó una oreja.
Salió de la enfermería y tras hacer un esfuerzo descomunal, quedándose sin facultades delante de su adversario, el maestro consiguió meter el toro en la muleta y hacer su toreo cadencioso, logrando al final dos orejas y que el coliseo se pusiera literalmente boca abajo, protagonizando una memorable salida a hombros por la Puerta de los Cónsules en medio de una auténtica marea humana que le aclamaba.
Sin embargo, el esfuerzo físico le pasó factura y, sin poder dar literalmente un paso, fue trasladado a Madrid, donde el reconocido traumatólogo Ángel Villamor le trató ayer domingo. “El diestro D. Enrique Ponce Martínez ha sido atendido de urgencia,  tras haber sufrido una rotura muscular de aductor de cadera derecha.
Tras valoración clínica y ecográfica hemos evidenciado un desgarro fibrilar importante así como la ocupación de hematoma en la zona muscular, por lo que practicamos infiltración de Plasma Rico en Factores de Crecimiento extraídos de la propia sangre del paciente, en la zona de rotura con control ecográfico, e iniciaremos fisioterapia inmediata para drenar el hematoma y dirigir y estimular la cicatrización correcta de las fibras musculares.
Esta lesión le inhabilita para su actividad profesional por al menos un mes”.
Con todo, y a pesar de que el traumatólogo fija en un mes el plazo de recuperación, el torero irá viendo la evolución de la lesión y en función de ella decidirá cuándo puede volver a los ruedos.