|
A propósito de la 172ª Feria en honor a Nuestra Señora Virgen de Regla, del VII Reencuentro de Hijos y Amigos, de la celebración de los 23 años de inauguración y de los 22 de la apertura oficial del Coliseo El Llano, en la primera quincena de septiembre, en Tovar, Municipio del mismo nombre del Estado Mérida, región andina venezolana, las páginas de la historia taurina tovareña, bien guardan nombres y trayectorias de hombres y mujeres pueblerinos que han dado lo mejor de sí, por el impulso y defensa de la Fiesta Brava por los predios del Valle del Mocotíes.
Uno de ellos, es Juan Carlos Escalante Tamayo, Juancho como le conocemos, todo un personaje, sencillo, humilde e inquieto aficionado, colaborador como el que más, volado de vez en cuando, que tiene en su haber cerca de 20 años al servicio de la Comisión Taurina Municipal de Tovar, llevando del bulto alguna vez, como todo en lo intrincado taurino, amén de que tiene buena tela que cortar.
Juan Carlos "Juancho" en su habitual trabajo en el callejón del Coliseo de Tovar El Juancho se le recuerda cargándole el maletín a Don Oscar Labrador, de quien aprendió como el mismo dice, mucho del mundo del toro, al igual que de otros que han pasado por la Comisión Taurina Tovareña, de la cual ha sido su vocal y en los últimos años, su Secretario, sin olvidar que por allá en el año 1993 se tira de organizador de festejos taurinos por la localidad panamericana de Tucaní del Municipio Caracciolo Parra y Olmedo del Estado Mérida; en la feria de Santa Isabel de Trujillo, Estado Trujillo; de auxiliar de Keiber García en una de las ferias de Bailadores y en la Comisión Taurina de Zea, Municipio Rivas Dávila y Zea, respectivamente, del Estado Mérida.
Juan Carlos Escalante Tamayo con su gran afición taurina ha metido la cabeza en todo donde ha podido y lo último ha sido, con buen pié, en la organización del Primer Congreso Taurino en Tovar, además de dar su aporte en lo de la declaratoria de Tovar Ciudad Taurina de Venezuela, además es miembro de la Unión de Comisiones Taurinas de Venezuela, que por cierto me entero, existía en este país.
El Juancho va y viene, husmeando aquí y allá, con su forma de ser pero con su humildad taurina por delante que a muchos le hace falta en nuestra Fiesta Brava, a la que ha dado y dará lo mejor de su existencia y pues nada, va por él este escrito de mí parte, honor y reconocimiento a quien bien se le merece y olé.
|
|