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El fallo del Tribunal Administrativo de Cundinamarca, más político que jurisprudencial avalando la consulta anti taurina, se veía venir y los estamentos taurinos estaban preparados para recibir la decisión adversa.
Con lo que no cuentan los anti taurinos es que todavía falta la asignación de los recursos por parte del Ministerio de Hacienda para la realización de la famosa consulta que va a necesitar entre un millón setecientos y dos millones de votos para que se legitime su proyecto.
Plaza de toros de Santamaría llena de bote en bote Lo que si produce profunda tristeza es que esos recursos que valen más de 35 mil millones de pesos, sean invertidos en un capricho dictatorial que bien podrían haberse empleado para otro tipo de obras que bien necesita la capital de la república, hoy en día sumida en el caos, destruida y llevada al atraso por parte de alguien que en su oportunidad empuño armas para inocular el terror en la ciudadanía.
Está en duda la realización de la consulta el mismo día de las elecciones, teniendo en cuenta que La Registraduría Nacional del Estado Civil, repetidamente ha dicho que por motivos de logística y costos, sería inviable.
Lo que sí está claro es que hay consenso general en los estamentos taurinos que advierten que el día en que las plazas se vean vacías completamente, ese día fenecerá la actividad taurina por sustracción de materia, “mientras tanto, seremos mayoría con respecto al reducido número de viciosos vociferantes que se apostan en cercanías de las plazas de toros para agredir verbal y físicamente a quienes vamos con entusiasmo a nuestro ritual milenario”, dijo Armando Riascos Botero, aficionado de las nuevas promociones juveniles taurinas.
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