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Con casi media entrada se ha celebrado el último festejo de la Feria de la Virgen del Prado. Se han lidiado toros para rejones de Luis Albarrán, de buen juego en conunto.
Andy Cartagena, oreja y dos orejas
Leonardo Hernández, dos orejas y oreja
Manuel Manzanares, ovación y oreja.Los dos caballeros a hombros. Foto: Comunicación-MaxiToro Cerrojazo a la feria con una corrida de rejones que se recuperó en el abono ciudadrealeño tras dos años de ausencia de una corrida de rejones en los carteles. En el cartel tres rejoneadores de estilos y cortes diferentes, entre los que sobresalió Leonardo Hernández que evidenció el buen momento que atraviesa estando en torero toda la tarde, y Andy Cartagena que volvió a dar muestra de la gran comunicación que tiene con los tendidos. Manuel Manzanares ni tuvo tanto acierto, ni tuvo el mejor lote, pero si se le vio un tanto frío. Otras dos puertas grandes a sumar a la historia de esta feria 2015 que casi se hace pleno, solo Manzanares fue el único que salió a pie en todo el serial.
Andy Cartagena generoso toda la tarde Andy Cartagena tuvo en su primero a un toro protestado que claudicaba de los tercios traseros pero que a base de entrega y espectacularidad consiguió que la gente olvidara ese defecto del astado. Destacó con un par a dos manos y con los quiebros con Soro, y efectivo con el caballo Pintas en el último tercio, colocando un buen rejonazo que le valió el corte de la primera oreja de la tarde.
El cuarto tenía poca transmisión pero ya la puso el de Benidorm que tuvo que tirar de recursos para poner a la plaza en pie, usando recursos menos ortodoxos. La apoteosis del efectismo vino a lomos de Zico con el que se cruzó todo el radio del ruedo a dos manos varias veces. Dos orejas tras pinchazo corto tras el delirio.
Leonardo Hernández en banderillas Leonardo Hernández uso otro concepto diferente, más clásico pero que llegó igualmente al tendido por que lo bueno, gusta a todo el mundo. Su primero fue un toro con genio al que le termino bajándole los humos. Destacó a lomos de Ole con el que clavó dos banderillas citando desde tablas para llegar a los medios y con los saltos sobre Xarope. El rejón fue efectivo, lo que le sirvió para el corte de dos orejas.
Con el quinto realizó un quiebro con Verdi espectacular y con mucha verdad. También destaco con el albino Sol con el que galopó de costado con temple y suavidad. Hernández estuvo pisando terrenos comprometidos, dando “muletazos” con el caballo en una faena de hondo calado, sin necesidad de fuegos de artificio. La pena es que quedara reducido su premio a una oreja por haber marrado con el de muerte.
Manuel Manzanares sin suerte Manuel Manzanares tuvo el lote menos colaborador, si bien es cierto que tampoco supo sobreponerse ni conectar con el público. Fue ovacionado en el primero tras no pasar de discreto, y en el que cerraba la feria un toro aculado en tablas despertó algún bostezo que otro, tras las continuas pasadas en falso y el poco acierto en el momento de clavar algunos rehiletes. Cortó una oreja al último como premio de consolación.
Fotos: Teresa Torres
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