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Con lleno de no hay billetes se han lidiado novillos de Nazarío Ibañez, bien presentados y de juego variado.
Antonio Puerta, dos orejas tras aviso y oreja con fuerte petición de la 2ª
Filiberto, dos orejas y dos orejas.Los dos jóvenes murcianos a hombros Tarde triunfal en la plaza portátil de la Villa del Toro. Feria que se inició con la trágica muerte de Rafael Ibáñez.
Cartel netamente murciano; novillos de la vacada de Nazario Ibáñez y por primera vez acartelados, juntos, los dos novilleros de más tirón de la comunidad, Antonio Puerta y Filiberto.
Se guardó, nuevamente, un minuto de silencio en memoria de Rafael Ibáñez.
Antonio Puerta con la diestra Antonio Puerta, reaparecía después de la grave cogidada sufrida en Madrid. Lancea con gusto abrochando con media de cartel al que abrió plaza. Realiza un quite variado con verónica, farol, tafallera, otro farol, gaonera y revolera. Inicia la faena con pases por alto abrochando por bajo. Asentado en un palmo de terreno metiendo los riñones y con aplomo, ligó muletazos largos, templados, por ambos pitones, hasta que el de Nazario se fue a tablas y allí Puerta se dio un arrimón finalizando con manoletinas. La estocada, algo trasera y ladeada.
Ante su segundo complicado y áspero de embestida, bravo en varas y que espera en banderillas. Puerta se dobla por bajo en el inicio de faena siguiendo con ambas manos ante un novillo que remata con la cabeza alta, gazapón y que también se refugia en tablas. Media estocada caída.
Filiberto por estatuarios Filiberto Martínez, triunfador de la feria 2014,. Recibió a su 1º con bonitos lances. Novillo bravo en varas al que el diestro quitó con ajustadas chicuelinas y revolera. Después de brindar al cielo, Filiberto, inició la faena con estatuarios en el centro del ruedo Inmóvil con los pies juntos, continuó con series ligadas, con la derecha, erguido, con mucho eco en el tendido. Toreó despacio al natural, llevando embebido al novillo, dejándolo atrás, con gusto y gustándose. Remata la faena con manoletinas. Pinchazo hondo. El novillo que cerró plaza y feria, fue bravo, encastado, pronto, noble y con fijeza, aunque hizo sonar el estribo en los dos puyazos que recibió. Alegre en banderillas. Se creció en la muleta. El calasparreño se dobló por bajo en el inicio de faena, basada por el pitón derecho, arrastrando la muleta por la arena, despacio y ligado, rematando con pases de pecho de pitón a rabo. Por el pitón izquierdo era otro novillo, Filiberto lo probó volviendo a la diestra. Estocada entera en todo lo alto
Antonio Cama saluda tras clavar dos buenos pares al primero de la tarde.
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