Con media entrada se han lidiado toros de Adolfo Martín, bien presentados y de juego desigual.

Fernando Robleño, oreja y oreja tras aviso

Miguel Ángel Perera, palmas tras aviso y oreja

José Garrido, oreja y oreja.

Para el día grande de la Feria, la empresa Circuitos Taurinos, tenía reseñada una corrida de toros de Adolfo Martín, que debutaba en “El Bibio”, para los matadores Fernando Robleño, que hacía su segundo paseíllo en la feria, Miguel Ángel Perera, que hacía su primero, y José Garrido que debutaba, y quien siguió el mismo camino que todos los debutantes en esta feria. Media plaza se registró, se nota que los toros no interesan tanto como los toreros. Además había anunciada una manifestación anti taurina, que congregó una pequeña multitud- 1600 personas según los organizadores, y 900 según la policía-. Entre los que estaban Anadel (organizadora del acto), Podemos, Equo, y el colectivo LGTBI, con sus banderas multicolor, insultando a la gente, justos pegaditos a la plaza. De todas formas había menos que dentro de la plaza. Presidió el festejo el primer teniente de Alcalde de la ciudad. Por cierto, esperamos que el Ayuntamiento de Gijón, condene los insultos y vejaciones sufridas por los aficionados y público asistente por parte de ese colectivo, de la misma forma que lo exigió al empresario por sus declaraciones.

Los triunfadores de la tarde

Adolfo Martín mandó una corrida muy bien presentada, de serias hechuras. Todos sus toros aplaudidos de salida, ya no tanto al ser arrastrados. Al primero se pedía la vuelta al ruedo, algo que no concedió el Presidente del festejo. A ese toro, comienza Robleño con doblones por bajo, para obligarle, y dar la primera tanda por el pitón derecho. Ya con la zurda se trae al toro muy toreado. El toro se vuelve siempre pronto. Muestra oficio, mata de una estocada un poco tendida y corta una oreja.
Su segundo era un toro muy complicado, en otras manos no habituales en este tipo de festejos, no hubiera estado aprovechado, quizás le dieran pronto pasaporte. Un toro con peligro, que exigía el carnet de identidad. Perdía un poco las manos al bajarle mucho la muleta. Al paso del tiempo de la faena, se ponía cuesta arriba, llegando a colarse por el derecho en alguna ocasión, volviéndose rápidamente sabiendo qué se dejaba detrás. Mata de una estocada un poco caída y corta otra oreja.

Robleño ante un toro con peligro sordo

José Garrido, debutaba en la plaza, y sería el último debutante de la feria, que siguió el mismo guión que todos sus compañeros que hacían destocados el paseíllo, triunfar saliendo a hombros. El denominador común de esta feria, junto a la presentación de los toros. A su primer oponente, lo recibe a la verónica, y éste se le vuelve pronto con la cara bajo los vuelos del capote. Se vuelve pronto en la muleta, por el izquierdo, mide mucho al toricantano. Es un toro con peligro sordo. Cierra la faena doblándose con unos ayudados por bajo muy toreros, coloca una estocada poco tendida, y corta una oreja.

Doblón de Garrido para cerrar al toro

Al que cerró la tarde, lo recibe de una larga de rodillas, quiere triunfar, en el toreo de capote le aprieta mucho hacia los adentros. Con la franela, traga mucho por el pitón izquierdo, está más por debajo en este toro que en la anterior faena. El toro repone rápido tras los muletazos. Al toreo al natural, se le queda algo corto. Amarra una estocada desprendida, y corta otra oreja. Se nota mucho las manos de sus apoderados, actualmente “El Tato”, quien lidió muchos toros de este tipo. Va por buen camino.

Miguel Ángel Perera toreaba por segunda vez una corrida de Adolfo, la anterior vez, fue en la isidrada de 2014. Recibe por verónicas a su primero que como todos sus hermanos se vuelve rápidamente. Mete bien la cabeza, le realiza un quite por delantales. Con la franela, el toro se la toca por culpa del viento que soplaba. Al natural le mide mucho, sufre una colada. Torea al toro al natural con la diestra. Mata de una estocada perpendicular desprendida tras un pinchazo, y suena un aviso, estuvo por debajo de este toro.

Al quinto lo recibe por verónicas, pero termina parando al toro caminando hacia atrás, echándole con sumo cuidado los vuelos. Muy bien llevado. En los inicios de la muleta no remata atrás el muletazo, algo que corrige con el paso de la faena. Ante unos comentarios de alguien del público, Perera se pica y realiza una faena más compacta, variando los pases y llegando a realizarle al toro, unos circulares invertidos. Mata de estocada pelín desprendida y corta una oreja.

Perera en el quite a su primero

La tarde se nos pasó en un suspiro, eso significa el tipo de toros que realmente tienen un gran interés para el aficionado. Toros que te tienen pendiente en todo momento de lo que sucede, y que exigen un tipo de lidia diferente. Enhorabuena al ganadero por esta corrida, y al empresario, por traer una corrida tan bien presentada.