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Con media entrada se han lidiado toros de La Quinta, de distinto juego
Eugenio de Mora, ovación y ovación tras aviso
Fernando Robleño, silencio y oreja
Manuel Escribano, silencio y dos orejas.
La primera corrida de toros de la feria de Begoña de Gijón, fue para Manuel Escribano, que debutaba en esta plaza, otro debutante que sale a hombros en esta feria. Volvía Eugenio de Mora, tras muchos años de ausencia, y Fernando Robleño, gran triunfador de la pasada edición. Los toros eran de La Quinta, gran triunfadora de la edición pasada, que esta vez no redondeó el triunfo esperado.
El triunfador a hombros Abría la tarde el toledano de Mora, recibió a la verónica a su primero, que metía muy bien la cabeza en la capa para coger los vuelos. El toro pierde en el primer tercio las manos. Ya con la muleta, brinda al público, y lo saca a los medios con pases suaves por alto. Lo torea muy bien por el derecho, al pasar a la zurda, el toro le protesta más. Vuelve a la diestra para terminar la faena y mata de una estocada que escupe el toro. Saluda desde el tercio. Muy bien estuvo con su segundo toro, cuarto de la tarde, al que lo recibe llevándolo hacia atrás por bajo, ya con la muleta lo va provocando con la voz, para que le embista, todo al natural que no acaba de llegar al tendido. Poco a poco Eugenio va haciendo la faena, con temple, con la clase que tiene y ese poso que le dan los años y consigue armar una faena para paladear los buenos aficionados. Llega a dar un trincherazo de cartel de toros, mata de estocada tendida, y pierde una oreja por culpa del puntillero, que llega a dar hasta once golpes, todos los intentos cantados por el público. Sale a saludar poco convencido al tercio.
Eugenio de Mora con la izquierda Fernando Robleño volvía con la corrida que el año pasado le hizo triunfador de la Feria. A su primero, lo saca hasta los medios lanceándolo a la verónica. En el caballo el toro se arranca rápido, y lo aguanta bien el picador, que recibe una ovación. Inicia la faena doblándose por bajo, para sacarlo a los medios. En la segunda tanda, los derechazos son combinados con un martinete y cierra con dos de pecho. Realiza unos molinetes para enlazar con otra tanda de derechazos. Mata de una estocada poco ladeada, y es silenciada su labor.
Mucho mejor en el quinto toro de la tarde, aplaudido de salida, se estira a la verónica. El toro es mal picado, en la paletilla, que hace que salga cayéndose y es protestado por una parte del público, el toro es aguantado en el ruedo. Ya con la franela, lo cita desde los medios, y le va cosiendo unos muletazos poco a poco para confeccionar una faena, que sin duda, son de las que este pequeño guerrero sabe realizar a este tipo de toros. Construye una faena que va llegando poco a poco a los tendidos, no se deja nada en el tintero, se pasa un poco de faena, por lo que tarda en colocar al toro para matarlo. Mata de estocada caída, y consigue la primera oreja de la tarde. Le queda otra tarde con otra corrida de las “facilitas”: Adolfo Martín, el sábado 15.
Estocada al quinto Manuel Escribano debutaba en “El Bibio”, y era además su primera vez en Asturias, y acabó como Adame el pasado sábado, con la suerte del debutante. A su primero no lo quiso casi ver. Un toro complicado que se le colaba y había que estar delante. Lo recibió de una larga cambiada, queriendo demostrar que venía a por todas. Tras ser picado una vez, el toro se le arranca otras dos veces al caballo. Banderillea con facilidad, poniendo un par al sesgo. Lo cita de rodillas, y el toro le hace un extraño que casi se lo lleva por delante. Es un toro complicado que exige firmeza y aguante, no está a gusto el sevillano con él, y decide matarlo. Estocada caída y atravesada, el público le hace saludar desde el tercio.
Escribano en el último de la tarde Quiere desquitarse en el sexto y último de la tarde. En uno de los lances el toro le arranca el capote de las manos. Con las banderillas, se luce y coloca el tercer par al quiebro por los adentros. Ya con la muleta realiza una faena de poso, y conecta rápidamente con los tendidos. Consigue emocionar, y realiza una faena de torero valiente, muy hecho y que entiende a este tipo de toros. Consigue desquitarse con una buena faena, mata de estocada desprendida, y corta dos orejas que le hacen abrir la Puerta Grande.
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