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Con un cuarto de entrada se han lidiado cuatro novillos de Araúz de Robles y dos (5º y 6º) de José María López, de desigual juego, pero mansos en general.
Martín Campanario, silencio, silencio y pitos
Lorenzo Sánchez, vuelta y herido
Víctor Tallón, aplausos tras aviso y ovación tras aviso.
Lorenzo Sánchez dio una vuelta, además de resultar herido. Foto:lasventas Dos horas y cuarto de calor sofocante, de sopor y aburrimiento, resulto el último festejo menor del mes de julio, por culpa de quién, de ambos dos. Los cuatro novillos titulares y los dos remiendos de José María López, mansos, descastados, sin raza, etc. etc. y un manso de libro el sexto. Hacía mucho tiempo que en Madrid no asistíamos a un festejo menor de estas características. Fue como bien dice la copla una verdadera pena penita pena, a tal punto que el escaso público que asistió al festejo se enfadó y protestó durante toda la tarde, cerrándolo con almohadillas sobre la arena venteña.
Creo sinceramente y por el bien de la fiesta que la empresa debería plantearse de otra manera la programación de este tipo de festejos, primero trayendo otro tipo de ganado y luego encartelando a novilleros, con más bagaje, con más experiencia y con mayores conocimientos que demandan esta profesión; la bisoñez de los chavales es demasiado acusada y solo quizás esperan que en su presentación en la plaza más importante del mundo, suene la flauta por casualidad o que la Virgen haga el milagrito y así poder enderezar sus incipientes carreras, aunque ya a algunos se les ha pasado el arroz.
De los utreros lidiados esta tarde, mejor ni hablar, ya que fue una mansada de esas que hacen historia, no solo en Madrid, sino en cualquier plaza del mundo taurino, el último ejemplar lidiado con el hierro de José María López fue un utrero manso de libro como se dice en el argot.
De los tres novilleros, tampoco hay mucho que hablar, ninguno de los tres destacaron en sus actuaciones ante sus oponentes y uno de ellos; Lorenzo Sánchez nacido en Madrid hasta sufrió una cornada, dando la vuelta al ruedo por su cuenta y por ello solo logró matar a uno de sus oponentes; sus compañeros, Martín Campanario nacido en Lazkao (Guipúzcoa), escuchó silencio y silencio, sumando pitos del respetable en el tercero que mató por su compañero herido y a Víctor Tallón, se le silenció su labor y eso que fue el mejor parado de los tres al torear aceptablemente por el pitón derecho en el tercero de la tarde. Lo demás no cuenta para nada.
Tampoco las cuadrillas estuvieron bien que digamos, el único que escuchó palmas al parear al cuarto Daniel Oliver a las órdenes de Martín Campanario.
Cortita ha sido la crónica de hoy, pero el festejo tampoco dio para más.
Parte facultativo: Lorenzo Sánchez sufre herida en tercio inferior cara interna muslo dcho., con dos trayectorias, uan hacia arriba y hacia dentro de 20 cm y otra de 15 cm. Pronóstico Menos grave.
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