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Con un cuarto de entrada se han lidiado novillos de Los Chospes, de juego desigual.
Gerardo Rivera, silencio tras aviso y vuelta tras aviso
Alejandro Conquero, silencio en su lote
Santiago Sánchez Mejía, silencio tras aviso y silencio.
Gerardo Rivera dio una vuelta al ruedo Entre el calor y las dos horas y media que duró el festejo, nos fuimos para casita, más bien con poco sabor de boca, primero por el poco juego de los novillos y luego por la poca historia que escribieron en la arena los alternantes, interés teníamos por la novillada internacional, un joven mexicano, otros español y cerrando el cartel un torero colombiano; de los tres el que medio destacó fue el de Apizaco, que si no llega a ponerse pesado con el estoque de cruceta, quizás pudo obtener un trofeo, quedando en una vuelta al ruedo, el chaval de Huelva aún está verde en estas lides y al colombiano de Medellín se le notó muy mucho su falta de rodaje aunque en algunos momentos, especialmente en el sexto estuvo más asentado. Los tres espadas desmonterados en el paseíllo ya que hacían su presentación en el ruedo venteño.
Los utreros marcados con el hierro de “Los Chospes”, desilusionaron al personal, ya que dada su procedencia Domecq Díez, esperábamos mucho más; de los seis novillos, apenas destacó el lidiado en cuarto lugar, que fue ovacionado en el arrastre, los restantes silencio camino del desolladero, descastados, desrazados y de poco juego. Bien presentados, bien armados, bonitos de lámina y con un peso normal para una plaza como Madrid, la media en la romana fue de 458 kilos.
Un domingo más en que hay poco que contar ya que poco o nada vimos que merezca la pena reseñar.
El mexicano fue a portagayola en sus dos novillos Abría el festejo el mexicano Gerardo Rivera, ante un utrero que recibió hasta tres varas, mejor dicho picotazos, que se dolió en banderillas, pero que fue mejorando en el último tercio. El de Apizaco se fue a la puerta de los sustos, recibiendo al utrero a porta gayola, lance que le salió limpio, también banderilleó con poco acierto, destacando el último par a violín y con la franela estuvo bastante bien, especialmente al torear por el pitón derecho, quiso hacerlo por el contrario pero su labor bajó de tono, terminó labor por manoletinas y lo mejor, el estoconazo hasta la gamuza que el animal fue escupiendo y con el descabello un calvario. Silencio. En el cuarto, el mejor novillo de la tarde, también lo saludó a porta gayola. Brindó su quehacer con la muleta a su paisano Rodolfo Rodríguez “El Pana”. Se puso de hinojos iniciando faena, para luego de pie toreó en redondo con la mano diestra toreramente y escuchó la primera ovación sentida de la tarde, su labor fue de menos a más con la mano zurda, terminado con pases de rodillas que llegaron a los tendidos. Se volcó a la hora de matar dejando una estocada hasta las cintas, pero tuvo que utilizar el estoque de cruceta y allí perdió el posible trofeo. Dio la vuelta al ruedo.
Alejandro Conquero de hinojos Al torero de Huelva Alejandro Conquero, de primeras le tocó un novillo que manseó y escarbó, saludándolo con cuatro largas cambiadas rodillas en tierra rematando con una media francamente buena. También inició su labor muleteril en los medios y de rodillas cambiando por la espalda, pero eso fue todo, ya que no dijo nada por ninguno de los dos pitones ya que el utrero terminó rajándose, un epílogo de manoletinas con las rodillas en tierra que no fueron apreciadas por el personal. Con el alfanje dos pinchazos más una estocada entera desprendida pero mortal. Silencio. Ante su segundo, quinto del encierro, pudimos observar sus carencias y la falta de rodaje, estando aún verde como el trigo verde, terminando por aburrir a los parroquianos; para despenarlo, un pinchazo, más media perpendicular que finalmente hizo efecto. Otro silencio para el de Huelva.
Sánchez Mejía con la diestra en el último El torero de Medellín y con un nombre sonoro Santiago Sánchez Mejía, le tocó de primeras un novillo montado, astifino, abanto y que escarbó. Que en el saludo capotero y dadas sus embestidas de bravucón, apenas le dejó lancear con el percal. Brindó su novillo al maestro Frascuelo y ya con la muleta quiso torear por ambos pitones, pero no logró conectar ni con el novillo y menos aún con el público ya que no trasmitió, pese a las voces con que intentaba las embestidas del utrero, no consiguiendo nada destacable, se notó muy a las claras su falta de rodaje, toda su labor fue siempre al hilo del pitón. Con la toledana estuvo poco acertado, pero tras la más de media estocada algo delantera fue más que suficiente para que el animal doblara. Silencio. Tampoco se lo puso fácil el sexto ya que desde que salió todo lo que hizo fue de manso y desrazado y Santiago en ningún momento asentó los pies, y digo bien ya que se descalzó, siempre toreando con la muleta retrasada que fue poco a poco disgustando al personal; tampoco estuvo acertado con los aceros, incluso fue volteado en uno de los embroques, pero al final consiguió pasaportarlo de una estocada entera en buen sitio. Otro silencio para el de Colombia.
Con los garapullos fueron aplaudidos: Juan Rueda “El Ruso” de la cuadrilla de Conquero. Raúl Cervantes y David Saugar “Pirri” a las órdenes de Sánchez Mejía.
Otra novillada más y sin demasiada historia.
Fotos: Muriel Feiner
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