Con lleno se ha celebrado la tradicional corrida del Corpus. Se han lidiado cinco toros de Domingo Hernández y uno (2º) de Garcigrande, aseados de presencia, aunque sin ningún tipo de exageraciones. De juego, por regla general bastante terciaditos de presencia, los únicos que se salvaron un poco fueron los dos últimos animales de la tarde. De juego por regla general descastada y desrazada. Aunque algunos animales medio toreables, el mejor el quinto de la tarde, también sirvió el segundo y cuarto, pero les faltó motor y pelea en el caballo.

Morante de la Puebla, silencio y oreja

El Juli, dos orejas y dos orejas

Alejandro Talavante, ovación y oreja.

La corrida del Corpus de Toledo, siempre tuvo un gran predicamento dentro de la temporada taurina española. Pero en estos últimos años, lo fueron llevando empresarios que no terminaron de entender lo que pedía el público de Toledo, no consiguiendo captar la atención en taquilla. Gracias a Dios, hace dos años, cogió la plaza unos empresarios de la zona, la familia Lozano. Llevan dos corridas de toros en estos dos últimos años y en ambos han colgado el cartel de no hay billetes, trayendo a los primeros espadas del escalafón. Mi enhorabuena en primer lugar a la empresa por su gestión.

Ya adentrándonos en lo sucedido hoy en el festejo. Antes que nada comentar que se lidió una corrida bastante terciadita, sin tener el remate necesario para una plaza de segunda categoría. Los dos únicos toros que tenían un poco más de cuajo, fueron los dos últimos. El comportamiento de los animales, tampoco me terminó de agradar del todo, aunque hubo algunos animales medio toreables. El que tuvo el mejor lote, fue Julián López “El Juli”, un buen quinto toro en la muleta, lástima que en las últimas series se viniera un poco abajo, luego su primer oponente también se movió pero le faltó mas casta y acometividad. Otro animal que tampoco me disgustó, aunque no fue para tirar cohetes, fue el segundo de Morante de la Puebla.

El triunfador numérico del festejo fue Julián López “El Juli”, que venía de no estar nada bien en la corrida de la Beneficencia. Ante su primero debió estar muchísimo mejor, toreando muy despegado, bastante fuera de sitio y sin rematar ningún muletazo por bajo. Aparte lo mató de una estocada bastante desprendida. El público, muy cariñoso hoy con él, le premió con los dos apéndices.

Ante el quinto de la tarde, el animal de mejor juego de la tarde, si que nos dejó algún capotazo digno, en las verónicas de recibo. Pero luego en la faena de muleta, para mí tampoco terminó de estar a la altura de su oponente, llevándolo otra vez despegado, sin ceñírselo en ningún momento, en este si que le bajó un poco más la mano. Aparte llegó muchísimo a los tendidos, los lances de cara a la galería, con varios circulares invertidos, ligados de cambiado de muleta de mano por la espalda sin moverse. La estocada en esta ocasión cayó un pelín mejor, pero siguió tendida. Se le volvió a premiar con el doble trofeo, yo le hubiera dado una oreja como mucho.

Para mí el que realizó lo mejor de la tarde, fue el sevillano Morante de la Puebla. Ante su primer debemos solamente destacar un bello quite por delantales. Luego en la muleta, la res se paró y aplomó muy pronto, dando síntomas de faltarle mucha más casta y raza. El espada sevillano lo estuvo intentando sin ninguna opción.

Lo mejor de la tarde llegó ante el cuarto de la tarde, un bello inicio a la verónica, ganando terreno a los medios, ante un animal que medio colaboró desde el recibo capote. Ya con la muleta en mano, dejó bastantes detalles de calidad, con muletazos vistosos y templados. Aparte de otros artísticos y que eran auténticos carteles de toros. Es verdad que ninguna de las series terminó de ser redonda, pero entonces hubo algo que llevarnos a la boca. A este le dejó la mejor estocada de la tarde, una gran estocada en lo alto, lástima que el animal tardara un poco en echarse lo que enfrió un poco a la gente. Se le concedió una oreja a ley, si las comparamos con las dadas al espada madrileño.

Cerraba cartel el extremeño Alejandro Talavante, que ante su primero no pudo decir mucho. Un toro muy manso y que a la mínima huía a tablas. En este el espada, únicamente pudo dejar detalles muy asilados. Donde mejor estuvo fue ante el sexto de la tarde, aquí el animal colaboró un poco más y el espada lo estuvo aprovechando por momentos. Aparte le dejó una digna estocada en los medios de la plaza.

En definitiva, esperemos que la familia Lozano, siga manteniendo el nivel de estos últimos años en el coso toledano. Merece la pena pasarse por este maravilloso lugar, un día del Corpus, disfrutando de la ciudad y de los toros.