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Este sábado 9 de octubre, en la plaza de los señores Arroyo, que tuvo más de un cuarto de entrada, Ernesto Sánchez, acabó siendo el triunfador al cortar una oreja de su primero, en el festejo cuyo protagonista era el tapatío Guillermo Martínez, triunfador de Guadalajara, quien saludó en el tercio en su primero y dió vuelta al redondel en su segundo. Enfrentaron una novillada de La Joya, aceptablemente presentada, destacando el extraordinario tercero que tuvo los honores del arrastre lento. El banderillero Raúl Bacélis, saludó montera en mano tras un buen par en el tercero. Ernesto pleno de entrega y voluntad trató de aprovechar hasta donde su inexperiencia le permitió, al buen novillo de La Joya, sin embargo, al estar acostumbrado a la noble embestida de los saltillos mexicanos, su incipiente técnica sólo le permitió dejar algunos muletazos con la mano diestra de aceptable calidad. Decidió rubricar su faena y tras dejar un certero estoconazo que hizo sucumbir al burel, le otorgaron una oreja. Con su segundo, nuevamente insistió en una faena muleteril derechista, y por eso, nunca se enteró que el ejemplar tuvo un buen lado izquierdo. Mal con el acero, para escuchar palmas de despedida. Guillermo Martínez tiene un enorme potencial para llegar a ser, incluso, hasta una figura del toreo. Sin embargo, su pésima administración no se ha enterado de esto. Fue Guillermo quien dejó con su primero, bellísimos lances a la verónica que hicieron levantar al público de sus asientos; así como un quite por caleserinas digno de ser firmado, por el mismo poeta del toreo, el inolvidable Alfonso Ramírez El Calesero. Lastimosamente con la tela roja bajó y mucho, sufriendo incluso en una serie por el lado derecho, tremendo arropón del cual, por fortuna, salió ileso. Después de un bajonazo, saludó en el tercio. Lo más penoso fue cuando salió su segundo ejemplar -el tercero del festejo- un bellísimo novillo negro, bien puesto de cornamenta largo y enmorrillado, que tuvo mucha clase y calidad, amén de haber sido bravo y encastado. Guillermo volvió a lucir con el capote con otros hermosos lances a la verónica y una contundente media. El quite por faroles tapatíos impresionó por su novedad. En el tercio de banderillas Raúl Bacélis puso un gran par, que le mereció la ovación en el tercio. La faena de Guillermo estuvo carente de un serio planteamiento, por eso anduvo entre altibajos. Las series si bien es cierto que tuvieron temple carecieron de ligazón y consistencia. Por ahí quedan algunos trazos con la mano diestra y un natural dignos del recuerdo. Mal con el acero, sin embargo, el respetable le obligó a dar una vuelta al redondel, mientras que los despojos del extraordinario novillo eran homenajeados con el arrastre lento. Guillermo se despidió de novillero, sin embargo fue Ernesto quien triunfó. |
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