Ficha del Festejo.

Ayer decíamos, vaya tardecita, por lo accidentada y hoy repetimos la frase, vaya tardecita, por la histórica mansada de los toros del Puerto de San Lorenzo. Cinco moruchos, descastados, desrrazados y flojos, no fueron los seis del encierro, ya que el sexto fue devuelto a los corrales por ser un inválido ¿Yo me pregunto? Hasta cuándo tendremos que soportar tanta mansedumbre, porque aún nos queda la friolera de doce festejos a que el maratón llegue a la meta.

En qué ha quedado la plaza de Madrid llamada y por derecho propio La Catedral del Toreo, así como la plaza más importante del orbe taurino, en una plaza de provincias o de pueblo, dónde han ido a parar aquellos aficionados entendidos y exigentes, que sabían valorar tanto al ganado como a los toreros. ¿Dónde están?, gran parte de ellos han desertado de sus localidades, quedándose muy cómodos en sus casitas. Ya no hay emoción, ya no hay peligro, en el más hermoso y culto espectáculo como lo calificó García Lorca y muchos intelectuales de medio mundo que alabaron tan bella Fiesta.

Perdón por el preámbulo, pero a mi entender había que hacerlo, confieso que soy más bien torista que torerista, ya que el puntal principal de la fiesta, es el toro, bravo, encastado y poderoso. ¿Qué hoy apareció en la arena venteña?; -ni por asomo-  Don Lorenzo Fraile envió a Las Ventas, seis mulos con cuernos, flojitos de todo, al punto que uno de ellos, el sexto, tuvo que retornar a los corrales amparados por los cabestros de Florito. Con tal ganado, qué podían hacer los tres toreros, nada y a la muestra me remito; bien presentados sin duda alguna, con buen armamento sin duda, con los años precisos, cinqueños, con los kilos que exige Madrid, también, pero sin condumio. De los cinco lidiados: el primero silenciado, el segundo palmas, los otros tres pitados en el arrastre y el sexto sobrero de José Luis Pereda, palmitas. Y ustedes se preguntarán, ¿con esto levantamos la fiesta?; creo que es imposible. Entre todos nos la cargamos y ella solita se murió.

Justito de fuerzas y manso era el primero del lote de Antonio Ferrera, al que lidió con sapiencia y torería, hasta logró ligar con la mano zurda abrochando con el forzado y un par de redondos buenos, pero el torito no daba para más, así que tomó la tizona, un pinchazo sin soltar y una estocada hasta la gamuza y un descabello certero dieron buena cuenta del de El Puerto. Silencio.   Otro manso y con las fuerzas justas el segundo de su lote. Menos mal que pudo lucirse con los palitroques siendo ovacionado, porque con la muleta apenas pudo hacerlo, por el pitón derecho, se volvía en un palmo de terreno buscando las zapatillas del torero, por el izquierdo derrotaba aviesamente, solvente su quehacer, a la hora de matar, un pinchazo sin soltar y tres cuartos de estoque algo ladeado que degolló al manso. Silencio.

Esfuerzos poco prósperos ante la mansedumbre

Soso, noblón y manso de libro, eso sí con pitones de los que asustan y también justito de fuerzas fue el toro segundo del encierro, para Miguel Abellán, que un día más no le faltó la disposición, pero el madrileño no tenía oponente, en algún momento y al conseguir alguno que otro pase de buen corte y tono consiguió llegar a los tendidos, animándose al final de la faena, más aun cuando se volcó sobre el morrillo del burel dejando una estocada entera un poquito trasera que fue más que suficiente para entregarlo al tiro de mulillas. Palmas con saludo desde el tercio. Un zambombo de 621 kilos era el quinto, manso y aquerenciado con el que nada había que hacer, simplemente lo toreó por la cara cosa que protestó el público, creo que sin motivo. Lo despachó de estocada entera en lo alto y dobló el animal en la puerta de chiquero. Silencio para el del barrio de Usera.

Muchos muletazos se sumaron y nada más

Hoy aparecía por primera vez en el serial el torero de Gerena Daniel Luque, al que también le tocó otro manso como sus hermanos de camada como primero de su lote, lo saludó con dos verónicas de manos bajas, pero el burel marcó terrenos desentendiéndose del torero, buscando la salida, cosa que repitió una y otra vez, aquerenciándose en ese terreno, del que ya no salió, a Luque le falló la experiencia y técnica, para darse cuenta que era en ese terreno donde tenía que hacer labor, diluyéndose toda su voluntad de agradar al respetable, negras se las vio para matarlo en esos terrenos, larga labor para cuadrarlo y con la espada de verdad nos dio un mitin y no de los políticos sino con los aceros. Silencio en los tendidos para el sevillano.    Una salida alegre hizo el sobrero sexto de José Luis Pereda, que también empujó en el jaco metiendo la cabeza bajo el peto; dado el comportamiento en los dos primeros tercios. El de Gerena se fue a los medios para brindar al público; bien con la mano diestra en las dos tandas, subiendo de tono la faena cuando en la segunda tanda de naturales logró pases de buen tono, el cónclave se lo agradeció con fuertes palmas cuando remató con el pase del desdén; hizo el péndulo cosa que gustó a los aficionados, tras la tarde que iba de cu.. y cuesta arriba que es más difícil, los parroquianos super valoraron la actuación de Luque que tras despenar a su oponente con una estocada entera del que salió el cinqueño fulminado sin puntilla. Blancos pañuelos al viento pidiendo el trofeo, que afortunadamente y con muy buen criterio D. Justo Polo que presidia esta décima octava de feria no concedió la oreja. Menos mal que de vez en cuando aparece un Usía que si sabe valorar lo que en el ruedo sucede. El torero sí que dio la vuelta al ruedo.

Rúbrica de un trasteo sin el alcance para ser premiado

Con los garapullos lograron desmonterarse los dos Algabeños: Antonio Neiro y José Luis Neiro, pareando al sexto de la corrida.

Y mañana tenemos en el cartel a Morante de la Puebla, Julián López “El Juli” y Sebastián Castella; con toros de Alcurrucén. Otro día que no hay entradas para el festejo.

*Fotos: Muriel Feiner