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La plaza de Toros de Cali estrena Presidente de su Junta Directiva. Se llama Alfonso Otoya Mejía, buen aficionado, joven, procede del sector público con fuertes nexos en el sector privado. Amable y de puertas abiertas en su despacho. Hasta aquí, todo muy bonito. Pero después de habernos reunido con él, tratando temas inherentes al desarrollo de la actividad taurina en nuestra ciudad, nos queda un sabor agridulce. Parece ser, es nuestra percepción, que son demasiado fuertes las presiones de algunos miembros de la Junta que él preside, en la que hay ganaderos, por mantener los vicios y los conceptos, que no han permitido que la Fiesta por estos lares pase de ser un triste remedo de la que se practica en España. El tiempo apremia, contratación de toreros, compra de encierros, nombramiento de Junta Técnica y de veedores, aparte de políticas promocionales, son decisiones que no dan espera; a no ser que se siga con los mismos y en las mismas. Al momento de escribir estas líneas, ya se han celebrado varios festejos de la Feria más importante del mundo taurino, San Isidro. Treinta y un festejos, en los que hay cabida para muchos toreros y ganaderías, de manera muy democrática. En este 2015, las figuras no es que tengan muchos puestos, la verdad, es que está todo muy repartidito y eso está bien. Justamente, cuando hablábamos con el nuevo Presidente de la Plaza de Toros de Cali sobre la posible plantilla de toreros para nuestra temporada decembrina, se ve como las plazas americanas exceptuando las mexicanas que tienen una manera diferente de funcionar, no son capaces de salir del grupito reducido de figuras españolas, para confeccionar sus carteles, en el convencimiento de que si no es con ellos no meten gente a los tendidos. Error, error grande. Hoy por fortuna, tenemos suficientes toreros en la Península, que interesan por su desempeño en el ruedo; solo es cuestión de darles oportunidades de mostrar su valía y de seguro sin tan absurdas exigencias, a las que nuestros empresarios son incapaces de negarse. Finalmente, El Toro, El Toro. Si Señores, esa es la pregunta que nos martilla en la cabeza. Sevilla tuvo la suerte de que las llamadas duras (Miura y Victorino) embistieran, lo de Núñez del Cuvillo dió espectáculo en su género, las otras, a cuenta gotas y en América que tenemos ¿Nada. Este circo ya está todo en la pista. Crucemos los dedos para que el espectáculo como tal, deje contenta a la afición y podamos seguir demostrando, que a pesar de todo, La Fiesta sigue viva. |
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