Cuando la corrida estaba llegando a su conclusión, con muchos aficionados ya guardando sus pertenencias. Como si un iceberg cortara la plaza de toros en dos, la plaza se quedó completamente congelada, después de ver la feísima cornada sufrida por el malagueño Jiménez Fortes. Al salir del coso, las imágenes de alarma y circunstancia eran numerosas, no se sabía cómo estaba físicamente el diestro. Muchos de ellos acudieron a casa o a los bares cercanos al coso, para ver si podían enterarse más de las noticias. Después de un gran periodo de tiempo, en el que estuvieron atendiéndole en la enfermería, nos comunicaron el parte médico y nos enteramos que estuvo a 2 cm de morir en el ruedo.

Cuanto expuso lo hizo por centímetros, cuando fue herido los cm. también jugaron

El diestro malagueño salió ayer a jugarse la vida y a demostrar la gran ambición que tiene por ser alguien importante en este mundo. Se puso donde muy pocos se ponen con una gran quietud y firmeza. Demostró que puede llegar a ser un torero importante, ya que se pone donde los toros cogen, donde pasa el toro o te lleva por delante. Todo esto lo demostró ante su primero, un animal nada fácil estar delante de el y desafiando al fuerte viento que corría. Fueron de calidad sobre todo dos series con la mano izquierda soberbias y unas bernadinas finales ajustadísimas, que llegaron muchísimo a los tendidos. Aparte toda la tarde quiso agradar, realizando un gran número de quites.

Lo del sexto de la tarde, ya es harina de otro percal. Aunque se puede culpar al diestro, que no picara al toro lo suficiente, lo que provocó que en la muleta tirara la cara tan alta. Pero también quiso exponer y dar la cara, a pesar del fortísimo viento que  corría.

Un gesto también ya a tener muy en cuenta, es que se estuvo acordando toda la tarde, incluso realizándole un brindis a través de la televisión al espada David Mora. Compañero suyo de cartel, aquella tarde fatídica del pasado San Isidro, en el que los tres espadas se fueron a la enfermería, el pobre hombre lleva un año sin poder volver a ponerse el traje de torero. Esperemos que estos toreros, al igual que otros como Eugenio de Mora, Morenito de Aranda, etc, el mundo de los toros tenga justicia, y vea recompensado sus esfuerzos en forma de contratos y más oportunidades.

Foto: Muriel Feiner