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Padilla lidió en primer lugar a Cigarrero, un toro bragao corrido, amplio de cara, capacho y justo de presencia. Su rabo lánguido predecía lo que iba a acontecer. Repitió en el capote sin demasiado celo. Su lucha en el caballo fue de querer y no poder en ambas entradas. Obediente y ostensiblemente flojo se dejó en banderillas, sin producir emoción alguna. Llegó moribundo al último tercio el primer manso de la tarde. Fue premiado con música de viento al arrastre por el respetable. Aconteció  Los toros hoy no valieron ni para esto El Cid pasaportó a Bravo… ¿Bravo?... Un castaño, bragao, meano, estrecho de sienes y acucharado; regordío, y como su hermano anterior justo de presencia. Ya en el saludo de capote mostró su flojedad. Empujó con un sólo pitón el derecho en la primera entrada y, en la segunda, además de mostrar su incapacidad para la lidia salió huido buscando terrenos yermos. Esperó en banderillas sin fuerza ni casta y en la muleta tuvo el fondo suficiente para soportar el tanteo y poco más.
La suerte ha estado del lado de Talavante, el único manso que ha colaborado se lo ha llevado el extremeño. Respondía a Botijito era negro listón, bragao, meano y gargantillo. Muy justo de presencia, en el argot le llaman bonito(?). Repitió de salida con energía, pero pronto se puso a escarbar. Fue muy cuidado en varas, no se picó. Crudo se movió en banderillas y hasta galopó. Escarbó en varias fases de la faena de muleta. De inicio se arrancó de largo y repitió en varias tandas por ambas manos, mejor por la zurda, con nobleza en un comportamiento nobilísimo dejando estar sosegado a Talavante, que también trató a Botijito con guante de seda. Pianista fue el cuarto de la tarde. Un toro bizco del pitón izquierdo, cuesta arriba, acarnerado de testuz, de pelo negro listón con bragas y justo también de presencia. Enérgico repitió de salida al capote de Padilla, poco duró ese ímpetu que hizo presagiar en positivo. Achuchó sin poder alguno sobre el caballo. Mostró alegría en banderillas. Con más casta que poder repitió en el inicio de muleta. Aquella actitud valentona le duro bien poco, pronto fue apagándose en el trascurrir de la faena hasta quedarse sin viaje. Se diluyó como un azucarillo. En quinto lugar se corrió a Guardamonte, de pelo negro listón, algo bragao. Abierto de cuerna, de poca seriedad y poco cuajo. Además de mostrase huidizo y flojo en el capote de Padilla, llegó ante el jamelgo hecho una piltrafa. Desde la invalidez cubrió el tercio de varas. Se aculó en tablas durante el tercio de banderillas e inicio el de muleta de la misma manera. En este último tercio desarrolló genio, cortó el viaje y avisó al Cid en varias ocasiones. La faltó casta –no era nuevo en la tarde-, se puso áspero y terminó rajado. Llevábamos cinco mansos de cinco… Y saltó Bellotero, fue el toro más feo de la tarde. Abierto de cuerna, astifino, casi veleto, a sus feas hechuras se unió la falta de entrega en el saludo de Talavante. Punteó el peto arriba en el primer puyazo buscando la silla del picador y, en el segundo, se durmió sin empujar tomando un respiro. A la muleta llegó desentendido y pronto echó la persiana y dijo nones. Pues seis de seis… Ya que, aunque el tercero colaboró, con su nobleza le sirvió una oreja en bandeja a Talavante, no pasó de ser un manso descastado. A la corrida de hoy le ha faltado de todo, se han lidiado seis reses de mediana presentación, por debajo de la categoría de esta plaza, y muy poca casta. Han aburrido de lo lindo.
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