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Ficha del Festejo.
Alta temperatura en Madrid y por ende en la plaza de Las Ventas, superamos tranquilamente los 31º. En el día hoy tenía lugar la primera novillada ferial y en ella había dos debutantes. La ganadería onuvense de “El Parralejo”, que tomaba antigüedad y el jovencísimo novillero malagueño Fernando Rey que trenzaba su primer paseíllo en el coso de la calle de Alcalá. Para ser un festejo menor tuvo una entrada por encima de los tres cuartos del aforo. Se concedió la primera oreja para un novillero, hablamos del madrileño Gonzalo Caballero, que fue pedida y concedida al valor demostrado en el cuarto utrero, segundo del lote del novillero, ¡que tenía mérito!, digamos que sí, ¡que se la merecía!, división de opiniones, quizás el público se dejó llevar por el encontronazo a la hora de matar al encunarse y volar por los aires de impresionante forma, al punto que tuvo que pasar a la enfermería. Francisco José Espada, nos dio, más de cal que de arena y Fernando Rey, escuchó palmas en el primero de su lote y silencio en el utrero quinto.
Tampoco tuvo mal debut el hierro de “El Parralejo”, ya que dos de los pupilos de Rafael Molina, fueron aplaudidos en el arrastre; el segundo y el cuarto que mandó al hule a Caballero, los restantes que fueron más bien sositos, silencio camino del desolladero. Bien de presentación, pero de peso en escalera. La media en la balanza fue de 494 kilos, siendo el de mayor peso el 5º y el de menos el 2º con 458 kilos.
 A puro valor El novillo que abrió el festejo menor, noblón pero flojito perdiendo las manos ante el caballo. Fría estuvo la gente en el saludo capotero de Gonzalo Caballero, pero fue cambiando al llegar el último tercio, cuando el madrileño toreo muy digno con la diestra mano, abrochando la tanda con un forzado de pecho barriendo los lomos, con la otra mano le dio el pecho al utrero, pero por las condiciones del novillo no cuajaron los naturales, retorno a la diestra y sin la espada de ayuda enjaretó una tanda de naturales diestros de buena factura, adornándose con un circular de 360º, finalizando labor por bernadinas que rozaron el fajín, trasteo previo para entrar con la espada, volcándose y dejando una estocada entera pero algo atravesada que produjo vómito sanguíneo en el animal; ligera petición. Palmas para el novillero que se negó a dar la vuelta al anillo. Su segundo y que hacía cuarto de salida, fue un novillo claro y que embistió con nobleza en el último tercio; el chaval lo vio y se fue a los medios a brindar al respetable, iniciando faena con estatuarios sin mover un músculo, a los medios para citar con la derecha con pases de buen tono, aunque abusando del piquito, a los naturales le faltaron hondura ya que todos fueron hacia las afueras, incluso sufrió enganchones, al intentar un pase por la espalda es prendido, se descalza y le pone valor, llegando así a las gradas, más cuando ejecutó unas manoletinas muy ceñidas. Hacía mucho tiempo que no veíamos ejecutar la suerte suprema sin la muleta, en el embroque se encunó volando por los aires y eso le valió la oreja, con que los aficionados lo premiaron.
 Algunos pidieron también la oreja en su primer turno Poca carne y escarbando fue el segundo novillo de la tarde, para el malagueño Fernando Rey, que gracias a que humilló en el último tercio, le dio facilidades a su matador, pero el chaval se lo dejó ir al perderle pasos por el pitón derecho, mejorado algo por naturales, estando por debajo de su oponente. Cerró quehacer con unas manoletinas apretadas. Lo pasaportó de pinchazo, más una entera arriba más que suficiente para que utrero doblara, acertando a la primera el puntillero. Palmas para el debutante que saludó desde el tercio. Un torito era el quinto, alto de agujas que escarbó de principio, mejorando en el tercio de muleta. Cosa que apenas supo aprovechar esas primeras arrancadas claras, destacaremos una tanda de derechazos y algún que otro natural, pero el pero que todos terminaron hacia las afueras. Eso sí se volcó tras la espada dejando una estocada hasta las cintas en lo que ahora llaman, buen sitio. Silencio para el de Málaga.
 Algunos pasajes con la zurda del malagueño Francisco José Espada sorteo de primero un novillo hecho y que humillaba y metía la cara y manejando con soltura el capote saludo en buen son; tomó la muleta, iniciando labor por arriba y saliéndose hacia las afueras, para torear por ambos pitones pero todos los pases con el estaquillador siempre a media altura, no hubo ni transmisión ni emoción, terminado aburriendo al personal. Tomó el alfanje y en los terrenos de adentro entró a matar dejando una estocada casi entera caída que afectó al pulmón. Silencio en los tendidos. Nada le vimos con el capote ante el utrero sexto y algo sí con la pañosa, especialmente con la diestra mano en que trazó pases que si gustaron yendo a más por ese lado, lo que no sucedió al torear por el pitón contrario en que bajó de tono, remontado al retornar a la mano diestra con pases de buena factura, tras las manoletinas se desplantó en la cara. No anduvo fino con los aceros; de primeras pinchazo hondo que terminó escupiendo el animal, en el segundo embroque estocada entera pero delanterilla, por ello tuvo que utilizar el descabello de forma certera. Otro silencio para el novillero de los madriles.
 Veremos si la siguiente tarde logra algo más De las cuadrillas destacaron los tres banderilleros del debutante Fernando Rey. Mañana retornamos a las corridas, con ejemplares de Pedraza de Yeltes que lidiaran y darán muerte; Javier Castaño, Paco Ureña y Juan del Álamo; que Dios reparta suerte, que buena falta les hace a los tres encartelados.
*Fotos: Muriel Feiner
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