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Levítico ha sido el novillo, teniendo en cuenta los toros lidiados, que mejor ha embestido en la muleta en lo que va de feria. Lucía capa negra y estaba herrado a fuego con el número 51; tocado de pitones, serio en conjunto. Se mostró noble y repetidor en el saludo de Fernando Rey. En varas sólo cumplió y, además, le cuidaron en un tercio dosificado. Cortó algo por el izquierdo en banderillas y llegó templado por ambos y humillado a la muleta. Berreón y tranqueante -embistió al paso-, en embestidas humilladas, firmó los pasajes más bellos de la tarde por ambos pitones e hizo el avión por el izquierdo, en cierto modo, como respuesta a la conformación de sus pitones. Fue un novillo que fue a más y conjugó bravura y nobleza en grado optimo. Rey no disfrutó igual ante Dioniso, un novillo negro listón, el de más peso del encierro, que dio 524 kilos en la báscula. Bonito, armado en delantero y astifino como toda la novillada, esto hay que resaltarlo. De la primera vara quiso huir echando la cara arriba y salió rebotado de la segunda. Fue tardo en banderillas y deslucido en la muleta, punteando y echando la cara arriba, copió su comportamiento en el caballo. Tardeó en exceso y se puso correoso a finales de faena.  'Soplón' en la muleta de Gonzalo Caballero Gonzalo Caballero lidió a Soplón. Un novillo negro listón de reseña, acapachado de cuerna y degollado de papada, escurrido de carnes y limpio de pitones. Bien presentado. Que manseó en el caballo y fue sencillo de banderillear. Aunque noble, su embestida fue corta, le faltó el tranco final de remate. Llegó boyante a la muleta por ambos pitones, pero la falta de poder le restó importancia a la faena. Pudo hacer mella la costalada del saludo.
En cuarto lugar Caballero lidió a Esplendido, un castaño ojinegro y bociblanco; cornicorto, justo de presencia que se entregó flojito en el saludo de capa. Y que tras mansear en varas, repitió en banderillas y se dolió. Con cierta sosería repitió las invitaciones de Caballero en cortos viajes. Fue tardo en la corta distancia y pronto en la larga, rasgo que va unido a la falta de casta. Terminó reservón costándole entregarse. Francisco José Espada despachó primero a Amante, un novillo de capa colorá bragá, cornillano y terciado. Que fue repetidor en el saludo.Tomó una puya a relance y la segunda puesto en suerte, en ambos le dosificaron el castigo. En banderillas esperó y echó la cara arriba; y, repitió comportamiento en la muleta. Fue un manso que dio un juego correoso, tardeando y punteando la franela. El sexto de nombre Vida limpia. Negro listón de reseña. Alto de cruz y descargado de carnes. Se entregó con bravura en la primera entrada al caballo y le midieron en la segunda. Galopó en banderillas y llegó noble y con buena entrega a la muleta, algo falto de fuerzas, por lo que trasmitía poca emoción en la suerte con un comportamiento boyancón. Sin ser una tarde triunfal, ni extraordinaria, tampoco ha hecho presencia el tedio y, al menos, hemos visto embestir un novillo con el ritmo y la clase de un toro. Resulta curioso que muchos toros estén embistiendo al galope y que algunos novillos, como éste, lo hagan al paso. Foto: Muriel Feiner
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