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Al torero murciano Paco Ureña, va a tardar mucho en olvidar la gran oportunidad que se le ha ido hoy de proclamarse con un grandísimo triunfo. Pero el gran toro que le tocó en suerte, se marchó al desolladero con las orejas puestas. Cuando te toca un toro como este y se te va sin torear, es para hacérselo pensar bastante.
Seguro que Paco ha estado soñando en muchas ocasiones, que le tocara un animal así. Hizo bien luciendo el toro en el caballo, dejándolo de largo, quizás algunos aficionados acertadamente pidieron que le pusieran una tercera vez frente a los del castoreño ya que el animal hubiera acudido con alegría y hubiera cumplido. También el murciano estuvo acertado citándolo de largo y dejándoselo llegar galopando a la franela. Pero no lo aprovechó en ningún momento, no lo llevo nunca toreado ni sometido en sus embestidas, no se lo ciñó en ningún momento dándole bastante salida para afuera al final del lance. Aparte en las dos últimas series, ahogó al animal, acortándole las distancias y no estuvo nada acertado con los aceros.
Un magnifico toro en el caballo y en la muleta también, quizás nos faltó verlo un tercer puyazo mas. Desde nuestra querida andanada, hemos dicho que puede ser uno de los toros importantes de la feria. Y volvemos a puntualizar, que se ha ido sin torear y con las orejas puesta.
 No es que estuvieran de espaldas los lidiadores, pero a uno se le fue un triunfo Al resto del encierro de Fuente Ymbro le faltó mucha más casta y raza, viniéndose muy a menos, aparte vino muy desigual en su presencia. Muchos de los animales, aparte se le picaron en varas, dándole dos míseros picotazos. ¿Dónde va a terminar el tercio de varas?.
Abría cartel Cesar Jiménez, que hoy ha acudido con muy pocas ganas y con poco que decir a los tendidos. Lo único que me gustó, aunque pasó desapercibido para la mayoría de la plaza, sus dos faenas de muleta, las realizó con la espada de verdad.
El mexicano demostró ganas de agradar, pero con el lote que le tocó en suerte, no pudo decir mucho. A pesar de eso nos dejó algunas verónicas buenas de recibo en su primer oponente.
Foto: Muriel Feiner
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