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Este medio día se ha celebrado la 1ª novillada de feria. Se han lidiado seis novillos de Marrón y uno de Teófilo Gómez de regalo, apenas justos de presentación y de juego regular.
José María Pastor: palmas y silencio
Ginés Marín: al tercio, silencio y lleves palmas en el de regalo
Leo Valadez: una oreja y leves palmas.
Foto: Monumental de Aguascalientes José María Pastor sin suerte en el sorteo tuvo el peor lote. Ambos novillos muy sosos y el viento que molestó mucho sobre todo en su primero. Uno que otro detalle pero también falto de fibra el novillero. Leves palmas y silencio.
El que tomó una actitud muy diferente a la que mostró en la San Marcos fue Ginés Marín. Demostró que sabe torear, con su primero bien, templando al toro por derecho y haciendo las cosas bien; falló con el acero y saludó en el tercio. El segundo de su lote fue un soso que iba hasta el tercer cite y no tenía nada que ofrecer, Marín bien con la muleta aunque mal con la espada y silencio.
El español no quiso irse de vacío e hizo un regalo, salió entonces uno de Teófilo Gómez con todas las condiciones para bordarlo; pero el español aunque conoce el oficio y sabe pegar muletazos buenos tuvo una faena de altibajos y al final no pudo cuajarlo. Escuchó leves palmas.
El que definitivamente se cuece aparte es Leo Valadez, le cortó una oreja al novillo con el que debutó en su tierra y mejor aun le dio esperanza a la fiesta brava. Muy bien parado en el saludo por verónicas al tercero de la soleada tarde, con la muleta comenzó doblandose con el novillo para llevarlo a los medios y después corrió la mano con solera por el derecho, de estampa los de trinchera. Leo sabe pensar en la cara del toro y resuelve con mucha solvencia; valiente, con oficio y poniéndole sabor a los muletazos. Mató con entera.
El sexto fue un soso que no permitió el lucimiento, sin embargo el novillero le hizo frente con esmero y sobriedad a los derrotes del de Marrón. Espada entera ligeramente caída y algunas palmas se escucharon para Valadez.
Hidrotermápolis bendita eres entre las ciudades y bendito es el fruto de tu duende, habemos torero.
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