Con casi tres cuartos de entrada en la Plaza de Toros San Marcos, en una tarde con clima agradable y un poco de viento, se llevó a cabo la 8ª novillada del serial. Se lidió un encierro de La Punta bien presentado. Destacaron los corridos en 5º y 6º lugar.

Antonio Mendoza: una oreja y al tercio

Carlos Casanueva: al tercio en su lote

Ginés Marín: silencio y división de opiniones.

Destacó en varas Nacho Meléndez con el 6º por lo que fue ovacionado.

Foto archivo

Aquel 2003 en que a Carlos Fuentes le tocó gritar el Pregón Taurino Sevillano, dijo: La fiesta brava es un acto hermanado de saber y de fe. La sociedad separa el conocimiento y la creencia. El rito taurino los reúne: en la fiesta, se sabe porque se cree y se cree porque se sabe. Para muchos, el toro es una creencia y por lo tanto, suficiente para tener fe. Cuando estás sentado en la San Marcos, suena el toque de cuadrillas, se abren estas, sale un muchacho espigado vestido de marino y plata que camina con parsimonia, infunde respeto y con su andar ha pagado ya tu boleto (porque muchos parten plaza, pero pocos con elegancia y garbo), te cuestionas ¿de dónde viene? ¿quién lo ha confeccionado así?

Ha nacido en torero, Antonio Mendoza. Regresó a Hidrotermápolis para revalidar sus actuaciones desde hace dos temporadas y mejor aún para entregarle a la afición la confianza al mismo tiempo que la posibilidad de ver a un torero de las zapatillas a la montera. Los dos primeros lances con el percal muy pintureros, unos lances más, enseguida la brega para llevarlo al picador así como para ponerlo en suerte con los banderilleros. Siempre pendiente del novillo, quien para el último tercio se quedaba corto, Mendoza se cruzó y aguantó, logrando buenos pases por el derecho con cadencia. Terminó con ayudados por alto, un poco defectuosa la toledana y una oreja ganada a ley.

Ante el cuarto se tornó todo más complicado, el michoacano trató por ambos pitones, se arrimó pero no había materia prima; luego se puso pesado con el acero y todo terminó en una salida al tercio.

Carlos Casanueva de menos a más, aunque con el segundo de la tarde estuvo tenso así como fuera de sitio, con el quinto sacó el estrés y dejó fluir el conocimiento para que la mano guiara la muleta y los pies estuvieran en paralelo; de pronto en la San Marcos rugió el olé, el ole, el “bien ahí” para celebrar las buenas tandas por derecho y la buena colocación del tapatío. Sin embargo el novillo pedía más y el novillero no siempre pudo. Fallar con la espada lo dejó sin trofeo, tras un aviso y descabello le fue reconocida su labor en el tercio.

Del español Ginés Marín se había hablado mucho, todos los comentarios lo recomendaban y fue parte de la expectación de esta tarde, sin embargo no vimos nada de lo que se habló de él. La buena ejecución de las verónicas a pies juntos al tercero de la tarde nos hicieron pensar que podría hacer algo interesante pero con la muleta no estuvo convencido en ningún momento, mató con media estocada en el pulmón y escuchó silencio.

El segundo de su lote cerraba el festejo, Sevillano: el novillo mejor presentado del festejo y de la temporada, bonito de hechuras, reflejo de la armonía de todas las partes del animal. En otras manos, quizá, el de La Punta habría sido para abrir la Puerta Grande. Desafortunadamente Marín no pudo aprovechar las bondades que tenía el novillo, con el capote regular. La bronca comenzó cuando su alternante  Antonio Mendoza salió para hacer un quite, es cierto que salió fuera de tiempo porque los piqueros ya se habían ido, sin embargo el juez no dijo nada y la actitud del español fue de molestia, entonces pese a que el michoacano tenía el apoyo del público decidió no hacerlo. La impotencia del español de inmediato se reflejó en su rostro, ¿por qué?, ¿porque su alternante entró desfasado o porque no le parece bien que haya rivalidad? Si la respuesta es la segunda, entonces no tiene la capacidad para responder. En el último tercio no lidió, pases sin transmisión, bajonazo con el estoque y división de opiniones en el tendido. Palmas en el arrastre para el buen novillo que se fue con las orejas y sin que una muleta pudiera hacerlo lucir.

La nostalgia de ir al último festejo en la San Marcos se aplaza unos días, se anunció una novillada para el próximo jueves en punto de las 20:00 hrs en la que se lidiarán novillos de Santa Fe del Campo y hará el paseíllo Rodolfo Mejia “el tuco” con dos triunfadores.