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05/04/2015
  (Madrid-España) Oreja para De Mora y vuelta para Barrio (Crónica completa)
 
Firma: Jorge Guevara-Segarra
 
     
 

Con algo más de media entrada se han lidiado tres toros (1º, 2º y 5º) de Martín Lorca y tres de Escribano Martín, de juego desigual.

Eugenio de Mora, ovación tras aviso y oreja tras aviso

Pepe Moral, ovación y silencio

Víctor Barrio, aplausos y vuelta.


Eugenio de Mora paseó un trofeo

Hoy domingo de Resurrección es una fecha clave en el calendario taurino español, ya que en muchas plazas de toros se celebran festejos taurinos y una de ellas es la Plaza de Toros de Las Ventas del Espíritu Santo de la Capital del Reino de España, Madrid.

Era el segundo festejo de la temporada madrileña en que se anunciaron toros andaluces de Martín Lorca y de procedencia Domecq y Díaz, para tres toreros, uno toledano, el segundo sevillano y el tercero segoviano, los dos primeros triunfadores en esta plaza la temporada pasada y el que completaba el cartel que dio la sorpresa en la Feria de Valdemorillo, quizás por eso el público cubrió algo más de media entrada, pese a los días vacacionales de Semana Santa.

A la postre y pese a las escasas fuerzas y falta de raza de los bicornes, el festejo resultó entretenido, siendo el triunfador de la tarde Eugenio de Mora, que cortó una oreja más que meritoria y pedida por el público de forma unánime, también pudo haber trofeo para Víctor Barrio, pero los aceros le jugaron una mala pasada; el que pechó con el peor lote fue Pepe Moral, pero creo que estuvo muy digno y por encima de sus oponentes.

Respecto al ganado; muy bien presentado, con mucho armamento y kilos, la media en la romana fue de 539 kilos y el que cerró plaza apenas le faltaban 4 kilos para llegar a los 600, cuatro de los lidiados superaban con poco los 5 años, pero con poca fuerza, descastados de poca raza y que se apagaron pronto, escucharon silencio los dos primeros, pitos el tercero, el quinto y el sexto, el mejor de los seis fue el cuarto que escuchó un fuerte ovación camino del desolladero, con esos mimbres pocos cestos se podían hacer; pero la terna estuvo siempre por encima de sus oponentes.


El toledano con el capote

Ya de entrada vimos a Eugenio de Mora, muy dispuesto al recibir al que abrió festejo con tres buenas verónicas y mejor aun la media de remate, escuchando los primeros aplausos de la tarde, también fuimos testigos de su decisión al tomar la franela, toreando por ambos pitones logrando llegar a los tendidos con facilidad, su labor fue de menos a más, hay que destacar que tras cada tanda, los remates con el forzado de pecho hicieron que el respetable jaleara con los oles ovacionando en más de una ocasión por el conclave, fue una pena que de entrada pinchara con la espada de verdad y la estocada entera cayó algo tendida, por ello solo saludó desde el tercio.


De Mora de hinojos con el que cortó la oreja

Otro cantar fue en el cuarto el único potable de los seis y en que el de Toledo supo sacarle al morlaco todo lo que tenía y eso que tenía leños por pitones, pero el de Mora eso no le arredró, empezando la faena en el tercio y de hinojos le enjaretó cinco muletazos diestros siendo ovacionado, ya de pie, cito de lejos, le caminó y consiguió muletazos diestros con mucha enjundia, cambio de mano, le dio el pecho para conseguir tres naturales muy buenos, rematando la serie con un forzado barriendo los lomos del cinqueño, toda su labor la hizo con gusto y torería, escuchándose los oles y más aun cuando remató con trincherazo de cartel de toros; todo ello culminó con un estoconazo del que el burel salió muerto sin remedio. La plaza se llenó de blancos pañuelos y D. Trinidad no le quedó otra que sacar el suyo y así se cortó la primera oreja de la temporada; al término del festejo, Eugenio fue despedido con una gran ovación.


Buena estocada del sevillano

Al sevillano Pepe Moral, no le rodaron bien las cosas, más por culpa de su lote que por falta de decisión del torero que en sus dos toros estuvo por encima de ellos, los dos toros estaban justitos de fuerzas y se apagaron demasiado pronto. Su primero lo brindó al respetable pensando que podía sacarle algo a tan soso animal, pero pese a unos muletazos de buena caligrafía no logró conectar con los tendidos. Lo mejor en su primero fue la entrada a por uvas, dejando una estocada entera en buen sitio que fue más que suficiente para que el burel doblara. Tampoco fue posible redondear faena en el quinto, un toro bien presentado, con una cara de esas espeluznante y bizco del izquierdo, que salió suelto de las dos varas cantando la gallina, con el trapo rojo hay que destacar una tanda de derechazos que se aplaudieron con fuerza, pero por el pitón contrario el cinqueño dijo que naranjas de la china, encima el toro se vino abajo, teniendo que cortar faena y pedir la toledana, dejando una estocada entera arriba que el morlaco acusa doblando, encima el cachetero falló levantándolo. Pitos para el animal y silencio para el torero.


Emocionantes tafalleras de inicio de Víctor Barrio

El torero de Segovia Víctor Barrio dejó un muy buen sabor de boca ante los aficionados capitalinos y a punto estuvo de tocar pelo pero los aceros le jugaron una mala pasada y tuvo que conformarse con una vuelta al anillo en el sexto. Ya que en el tercero la falta de fuerzas de morlaco no dio para más; eso sí espero en la boca de riego con el capote a su enemigo dándole tres tafalleras rozándole la faja; buen comienzo de labor con la franela, al que hay que sumar tres derechazos de excelente factura, su intento por el pitón zurdo no fue posible por las condiciones del cuatreño, pero si hay que destacar ese remate con el forzado de pecho que gustó a los parroquianos, pero le faltó rematar su labor; bien con el acero, dejando una estocada entera arriba que fue más que suficiente para que las mulillas se lo llevaran camino de los matarifes. El sexto fue un toraco con muchos pitones, alto de agujas, muy abanto y siempre fue a su bola, sin embargo el  segoviano si logró ligar en más de una ocasión por ambos pitones, destacando mucho los pases de pecho, su labor fue de menos a más conectando con los tendidos con mucha facilidad; pero mis queridos lectores, todo lo bien hecho lo emborronó con los aceros y tuvo que hacer uso del verduguillo en dos ocasiones privándole del trofeo y todo quedó en una sentida vuelta al anillo.


El segoviano al natural

De la cuadrilla de Víctor Barrio destacaron: el del castoreño Luciano Briceño al picar al tercero, siendo aplaudido camino del patio de cuadrillas y los banderilleros “Jarocho” y Alberto Zayas.

Tras dos horas y diez minutos abandonamos la plaza digamos que cuasi contentos.      

Fotos: Muriel Feiner 

 
     
   
     
   
     
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