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Con algo mas de media entrada se han lidiado toros de Garcígrande y Domingo Hernández, impresentables, novillada en toda regla, manejables, nobles. Gatada.
Finito de Cordoba: ovacion y silencio
El Juli: Dos orejas y dos orejas tras aviso
Miguel Á. Perera: oreja tras dos avisos y oreja tras aviso.Juli y Perera a hombros en el día del Santo Patrón Los triunfalismos en el mundo taurino siempre han sido bien recibidos, mas aún en los tiempos presentes. Con tantos antitaurinos, se ha dicho que hay gente pa tó. Esos que hoy han agredido a varios aficionados a las puertas de la plaza de toros de Valencia, sin presencia policial para evitarlo. Una lástima, por que los que amamos a los toros respetamos a todo el mundo, a los animalistas, a los anti-todo, a los que no comulgan con nuestras ideas. Pero también exigimos lo que damos. Respeto.
La corrida del dia del Santo Patrón no ha sido precisamente lo que los aficionados quisieramos presenciar, el cartel estaba cerrado de antemano, si, pero la Empresa que preside el Señor Casas debería ser consciente que no todo vale, no, por que no hacen falta los que estaban fuera, para cargarse lo que tanto amamos, el toro, la fiesta que tanto respeto merece, y hoy, aquí, en la capital del Turia ha sido una muestra de lo que no queremos.
Sólo había que ver que con tantos miles y miles de visitantes la plaza no cubría mas que algo mas de media entrada contando con tres toreros punteros, Finito, El Juli y Perera, y con un hierro al gusto de los matadores. Lo que ha ocurrido de puertas hacia dentro, y visto por las cámaras televisivas mas que el triunfo numérico ha sido peor que lo que se ha presenciado en las prostimerias del festejo.
Y es que en una plaza de primera no se puede lidiar una corrida tan mal presentada como la que ha lidiado hoy Domingo Hernandez-Garcigrande. Sin trapío, poca cara y de una plaza de tercera. Culpable la empresa, los toreros, los veterinarios y todos los poderes que participan en este circo que es pan para hoy y hambre para mañana. Al tiempo. Y sin querer hacer sangre. La terna esta sobradamente preparada para lidiar mayores desafíos, sus currículums les avalan y no deberían ser cooparticipes de semejante pantomima.
Entrando en materia, tampoco la climatología ha acompañado, cielo encapotado y viento molesto.
Como uno mas de los que mantienen el sistema diremos que ha sido una gran tarde de toros, orejas a espuertas y dos puertas grandes, con seis orejas cortadas pero el contenido ha sido muy distinto.
Media verónica de Finito de Córdoba Finito de Córdoba ha toreado a su primero como si de un tentadero se tratase, con cadencia, templanza y oficio. Muy torero ante un animalito que iba y venía sin molestar, pases de pecho, trincherillas y todo ello molestado por el viento. La estocada caida le ha privado de tocar pelo.
El cuarto, un burraquito sin morrillo pero que tuvo posibilidades, no encontró en el de Córdoba su mejor aliado. Alguna pequeña pincelada pero sin demasiadas ganas.
El Juli con la diestra El Juli tiene en esta plaza tarjeta visa. Dos orejas en su primero, muy protestado de salida, infumable de presencia. Y Julián, experto en mil batallas, le ha dado fiesta por todos sitios. El torito ha sido encastadito y ha cogido con celo la muleta, con recorrido y el de Velilla de San Antonio se ha encontrado como en el comedor de su casa. Los circulares finales han sido vitoreados desde los tendidos, hacia frío, y tras una estocada al Julipié se le han concedido las dos orejas.
El madrileño en el pase del desdén El quinto ha embestido mas suelto y El Juli ha estado enorme con él, con la confianza que daba tener la puerta grande asegurada. Molestado por el viento no se ha cansado de darle muletazos algunos mandones y otros incómodos por la meteorología, pero siempre intentando agradar a los paganos. Tras una gran estocada ha vuelto a desorejar por partida doble a su enemigo.
Perera ha jugado con el toro desde la quietud Miguel Ángel Perera ha estado sobrado toda la tarde. El tercero llevaba siempre la cara alta, y el extremeño le ha corrido la mano con profundidad y oficio. Acorta distancias y con circulares muy quieto se mete al respetable en el bolsillo. No ha importado la estocada caida para obtener un apéndice.
Largo comienzo de faena de rodillas en el sexto En el sexto ha dado su mayor dimensión, sin dejarse ganar la pelea tras las cuatro orejas de El Juli. Inicia la faena rodillas en tierra y obligando mucho al de Garcigrande, ligando las series de derechazos muy asentado, exprimiendo al máximo al toro hasta que éste se ha rajado en las postrimerias. No ha importado el pinchazo previo a la estocada ni el descabello para que el triunfalismo reinante le concediese la oreja que le permitiera salir por la puerta grande.
Dios mio, como estamos.
Fotos: Rullot
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