Con tres cuartos de plaza se han lidiado toros de Cebada Gago, correctos de presentación y que tuvieron movilidad. El sexto premiado con la vuelta al ruedo.

Paulita, ovación en su lote

Manuel Escribano, oreja y vuelta

Víctor Barrio, oreja y dos orejas.

La feria de San Blas de la localidad madrileña de Valdemorillo ha tenido un final feliz.

Había expectación por el cartel de esta tarde que ponía broche a la feria, registrándose una buena entrada en los tendidos. Paulita y Escribano, ambos triunfadores de la feria de 2014, y un recuperado Víctor Barrio, el buen momento que atraviesa Cebada Gago componían un perfecto maridaje.

Interesante encierro de Cebada Gago, con algunos toros de buenas hechuras, cuyo hilo conductor fue la movilidad. Con muchos matices, dura de patas, plantó cara en todo momento.

Pronto, sin acabar de descolgar el primero. Tuvo fijeza en el peto el noble segundo. De escaso celo y desparramando la vista el tercero. Gazapón y defendiéndose el cuarto, falto de recorrido. Noble el quinto. De excelente condición el que cerraba plaza, bravo y codicioso premiado con la vuelta al ruedo.

Foto archivo

Importante actuación de Víctor Barrio, listo para volver al circuito de ferias. Ambicioso Manuel Escribano, Paulita entregado pechó con el lote de menos opciones.

Faena de aliento del aragonés Paulita, con toro que tuvo movilidad pero que no acabó de descolgar en su embestida, todo sobre el derecho. Lo intentó Paulita por el izquierdo sin posibilidad de lucimiento. Labor sin tregua ni respiro, un toma y daca. Dejó una estocada entera y tendida.

Con una larga cambiada en terrenos de tablas se hizo presente Escribano. Fácil con los palos, aunque intervinieron en exceso los subalternos para dejar en suerte a un toro que había empujado con fijeza en el peto, como casi toda la corrida. Faena plana de Escribano tan pulcra como carente de alma. No se le pueden poner peros técnicamente, corriendo bien la mano por ambos pitones, pero aquello no llegó a cuajar en los tendidos. Contundente el espadazo que hizo rodar al toro sin puntilla.

Espectacularidad en el recibo de un entregado Víctor Barrio, que recibió al tercero con unas tafalleras en los medios. Tras un fuerte puyazo trasero, pronto se fue el de Grajera a los medios a plantarle cara al Cebada. Sin celo y desparramando la vista, con cambios de ritmo en la embestida, sin embargo no le importó a un decidido Barrio. Faena en la que sobresalió la actitud sobre la lucidez, mostrándose firme de planta en todo momento aguantando miradas y parones.  Remató su labor con una habilidosa media estocada.

Poco pudo hacer Paulita con el cuarto, un toro que no paró de defenderse, falto de clase, que no terminó de humillar. Fajador y voluntarioso Paulita se lo quitó de en medio pronto.

Accidentada la larga cambiada de Escribano en los medios para continuar sin cata previa arrancado a la verónica.

El sevillano principió su labor muletera con un cambiado por la espalda, faena compuesta a la que le faltó limpieza y que fue decayendo en intensidad, con un toro noble pero al que le faltó fondo.

Nuevamente Barrio salió con el acelerador a fondo con el que cerraba festejo y feria. Nada más y nada menos que cuatro faroles de rodillas en los medios. A sus manos le vino el mejor toro de la tarde “Cachondito” bravo codicioso, embistiendo por abajo y con recorrido. El segoviano le dio sitio en una faena vibrante y bien estructurada en la que hubo ritmo y fibra. Sacó buena tandas de cinco y seis muletazos bajándole la mano y de trazo largo. Abrochó la faena con unas ceñidas bernadinas antes de dejar un feo bajonazo.