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Tres cuartos de entrada en los tendidos de Cañaveralejo vieron triunfar clamorosamente a los actuantes en la segunda corrida del serial caleño que salieron a hombros de la plaza.
Miguel Angel Perera, dos orejas en toro de regalo Se lidiaron siete ejemplares que lucieron la divisa de Ernesto González Caicedo encaste Santacoloma bien presentados con excepción del séptimo, bondadosos y nobles con excepción del quinto. Pesaron respectivamente 466, 492, 486, 474, 464, 474 y 440 (regalo).
Diego Ventura (Rej): Saludo y dos orejas
Miguel Ángel Perera: saludo – ovación y dos orejas con el de regalo
Luis Bolívar: Dos orejas y saludo. ---------- El ganadero Ernesto González Caicedo saluda la ovación que se le tributó La lección de tauromaquia que dictó Diego Ventura en el coso caleño fue de alta cátedra en materia de lidiar reses bravas a caballo. Dos toros de diferente condición correspondieron al centauro que inteligentemente dejó con un solo rejón de castigo al primero, bravo, codicioso y templado en la embestida que recibió banderillas largas, cortas y a dos manos en ejecuciones perfectas con Ordoñez y Toronjo pero emborronando la plana a la hora de la verdad con la hoja de peral, perdiendo los trofeos. En el segundo de menos codicia, no bajó la nota alta y con Oro y Morante, fabricó otra faena de magisterio, templando las embestidas de Curandero en una faena en la que colocó certeramente tres banderillas cortas al violín en las que ya el público estalló en un clímax de emoción incontrolable. El rejón de muerte en esta ocasión fue efectivo y el palco alto concedió justamente los dos apéndices.
Los toreros salen a hombros de la plaza Miguel Ángel Perera al que debía haberle cortado las orejas, no se las cortó por el manejo inadecuado de los aceros después de la construcción de una faena con fundamentos y argumentos acordes a la condición del toro que lo dejó expresar una tauromaquia ortodoxa y sapiente con muletazos de trazo largo con mando y temple. El quinto fue el garbanzo negro del encierro que no dio opciones, rajándose y refugiándose en las tablas, haciendo optar a Perera por el de regalo que tuvo calidad en la embestida mas su presencia dejó mucho que desear viéndose muy chico al lado de la talla alta y espigada del torero.
Luis Bolívar salió a la plaza sin creer en nadie, amarrándose los machos para prodigar en su primer turno una faena de empaque, firmeza maciza, templada, con sitio, con espacios, con la madurez de un torero que con diez años de alternativa, tenía que demostrar ante sus paisanos. Muletazos ligados por uno y otro pitón en un toro que fue su coadyuvante para componer una gran obra que concluyó con soberbia estocada recibiendo para mandarlo sin puntilla al destazadero. Al sexto le faltó transmisión y un puntito de chispa pero la nobleza del ejemplar le dejó interpretar una vez más su tauromaquia con personalidad, tratando de ligar los muletazos que resultaron lentos como lenta era la embestida del toro que rayó en la sosería.
Al final, tarde de triunfo para ganadero y los tres toreros que salieron izados en hombros por la puerta grande.
La tercera del serial caleño tiene en el cartel la presencia de Paco Perlaza, Sebastián Castella y David Fandila El Fandi con ejemplares del hierro de Las Ventas del Espiritu Santo propiedad de César Rincón.
Fotos: Agnés Peronnet
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