La cuarta de las tertulias del Ciclo Los Toros en la Cultura resultó, como viene siendo la nota predominante de estas, todo un acierto. Se reunió en la misma mesa a una gran terna de personas importantes para los buenos aficionados.

Un momento del interesante acto

Dos de ellos con su espada y muleta se enfrentan a aquellas ganaderías de las que otros se rehuyen y a un sistema que no les trata como debiera. Dos toreros curtidos en mil batallas como son Rafaelillo y Fernando Robleño que se expresaron con elegancia, sencillez y verdad. Esa misma verdad que es clave en el toreo.

Una nutrida asistencia mantuvo el interés durante su duración

Les acompañó el director de esta casa, Antolin Castro. Alguien que con su buen verbo no se deja someter por las influencias, dirigiendo un medio que es todo un ejemplo de la defensa del toro íntegro y del toreo más auténtico. Tras una acertada introducción se metió en materia para conseguir sacar a los dos toreros toda su verdad con sus preguntas y comentarios. No se dejó nada en el tintero. Se habló entre otros aspectos de encastes, de la afición francesa, donde estos toreros tienen su particular refugio, de las propias dudas de a quien todo se le pone cuesta arriba. Rafaelillo y Fernando Robleño mostraron sinceridad y humildad, y eso se notó en toda sus intervenciones, de ahí que el tiempo transcurriera rápido y el numeroso público asistente se quedara con ganas de más.

La terna recibió un obsequio del Ateneo al finalizar el acto

El colofón lo pondrá hoy viernes Aníbal Ruiz, un torero que se despidió de la afición el pasado mes de octubre entre el reconocimiento de todos. La charla lleva un título sugerente “La intimidad de una despedida” un acto moderado por el critico taurino Roberto García Minguillan y que servirá a modo de homenaje al torero alcazareño.