El encierro de Marrón que se lidió en la tercera del serial capitalino fue bastante malo, como era de esperarse. Ya estamos acostumbrados a que este hierro nos eche a perder una tarde de toros, sin embargo, la empresa de la México sigue apostando a la mansedumbre, como elemento principal de su Temporada.

El sexto de la tarde, que le correspondió a Arturo Saldívar, fue el único que tuvo un comportamiento de toro y el hidrocálido lo aprovechó dándole una lidia adecuada, con tandas largas, como gustan en nuestro país. Mató de un espadazo trasero, la faena era de una oreja, pero ya sabemos la pachanga que se traen los dizque jueces de la México; así que se le entregaron dos orejas a Arturo y todos felices.

Arturo Saldívar cuajó muy buenos pases

Bueno, no todos; seguramente el otro Arturo no salió nada contento del embudo capitalino, ya que pasó con más pena que gloria en su presentación en esta Temporada. Siempre apostando al toreo de efecto, no logró culminar con la espada el trasteo de su primer toro y todo quedó en una tarde anodina.

Alejandro Talavante estaba tratando de armar algo importante con su primer toro, pero sus subalternos lo estrellaron de manera brutal en un burladero y el animal ya no se pudo recuperar. Como era de esperarse el de Badajoz recurrió al toro de regalo.

La elegancia de Talavente estuvo presente

Veremos que nos depara el cartel del próximo domingo, donde seguramente, veremos una entrada bastante raquítica.