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Con media plaza en los tendidos se realizó la primera corrida de la temporada 2014-2015 en el Coliseo Yucatán. Se lidiaron ocho toros del hierro de La Estancia, bien presentados y de juego desigual.
Ignacio Garibay: palmas y oreja Joselito Adame: vuelta tras dos avisos y ovación tras un aviso
Diego Silveti: Palmas y silencio
Michelito Lagravere: ovación y palmas
Tras la cornada que recibió el matador Juan Pablo Sánchez el viernes en Juriquilla, Ignacio Garibay entró de emergente al cartel y cortó la primera oreja en la historia del Coliseo Yucatán, lamentablemente no se cumplieron las expectativas de llenar el inmueble, pero la afición que fue parte de la historia salió contenta con la entrega de los toreros.
La ganadería de La Estancia mandó ocho toros bien presentados, pero los kilos que llevaban encima no les ayudaron, sólo funcionó a mi gusto el quinto de la tarde por su nobleza, pero en realidad la corrida no resultó lo que se esperaba, como se dice, los toros no tienen palabra de honor. Los pesos: 478, 470, 510, 472, 511, 516, 479 y 483.
El primero paseíllo en el Coliseo Yucatán Después de partir plaza se ordenó un minuto de aplausos en memoria del recién fallecido matador español José María Manzanares.
El matador Ignacio Garibay, vino decidido a ganarse a la afición, y se le vio con la experiencia que le dan los años en el toreo, con el capote se vio asentado y con la muleta por momentos cuajó buenas tandas de derechazos, pero pinchó tres veces y su labor quedó en palmas.
Con el segundo de su lote de nombre “Buen Hermano”, No. 9, con 511 kilos, se pudo acomodar y su trasteo con la muleta fue excepcional, la afición coreó con oles largos y Nacho lo aprovechó, mandón con su poderosa muleta, corona con una buena estocada y el juez otorga atinadamente el apéndice bien ganado por el matador capitalino, que se convierte en el primer torero en pasear una oreja en el Coliseo Yucatán.
Joselito Adame, no se quedó atrás, demostró que está pasando por su mejor momento como torero, pero esta vez no cortó nada, demostró elegancia con la capa y con la muleta se le vio sereno y concentrado, desgraciadamente sus toros no colaboraron, pero la afición se le entregó. Será para otra ocasión.
Diego Silveti fue recibido como un consentido del público yucateco, lidio a “Rumboso”, No. 17, con 510 kilos, pero no se acomodó, a pesar de tratar de sacar lo mejor al toro, se agradece su profesionalismo, sus actuaciones en España, lo han hecho un torero poderoso. Con su segundo astado “”Serafín” No. 21 de 479 kilos, lo mismo echando para adelante, cuajó buenas tandas de derechazos, pero el astado no colabora un tanto áspero, una entera que basta.
El torero de la tierra Michelito Lagravere que viene de hacer una campaña de cinco meses en cosos de España y Francia, se presentó ante su público, con su primer astado de nombre “Luna Mía”, No. 32, con 472 kilos, se vio con ganas, su toreo con el capote a avanzado, con la muleta trato de sacar lo mejor pero el toro no colaboró y todo quedó en ovación.
Con su segundo astado de nombre “Alexe”, No. 3, con 483 kilos, no había nada que hacer, un rajado, pero Michelito demostrando mucho pundonor trató de agradar pero no se pudo, pronto el astado se aquerencio en tablas a pesar del esfuerzo del coleta yucateco, que se entregó al igual que sus compañeros de cartel.
Hay que mencionar el buen puyazo que cuajó el varilarguero Mauro Prado al segundo toro de la tarde, siendo muy ovacionado.
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