Se celebró la sexta corrida de la feria de Cali, última corrida del año en todo el mundo taurino. Como es costumbre, esta corrida es de un triunfalismo más acentuado que lo que vivimos día a día en Cañaveralejo. Es decir una tómbola de regalos. Con menos de tres cuartos de plaza se lidiaron toros de Icuasuco, muy justitos de casta y de presentación, rescatando alguno que otro toro que iba pero sin codicia a la muleta. Diego González estuvo digno con un toro sin emoción. Paco Perlaza desconocido y apocado tiro por la calle de en medio al ver que el toro tenía ciertas dificultades y que él no era capaz de solventarlas. Sebastián Castella de nuevo "triunfó" con su ya más que sabida faena de tres cuartos de muletazo, circulares y arrimón. Cortó dos orejas larguísimas que debieron ser una. Sergio Martínez dio los muletazos más aceptables de la tarde y cortó una oreja. Serafin Marín, otro que no alarga el brazo cuando torea, fue ovacionado por una faena de trámite. Juan Carlos Cubas estuvo sin norte y deslavazado. División de opiniones fue su balance. |