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Con algo más de tres cuartos de entrada en la Plaza de Toros de Bolaños se han lidiado toros de Valdefresno y Hermanos Fraile Mazas (2º) de aceptable presencia, pero justos de raza y fuerza.
Manuel Díaz “El Cordobés”, dos orejas y oreja
Aníbal Ruiz, oreja y ovación con saludos
David Fandila “El Fandi”, ovación con saludos tras dos avisos y dos orejas
El Cordobés y El Fandi a hombros Mucha expectación había hoy en Bolaños por ver a la terna, un buen ambiente que se traslado al coso con una muy buena entrada en los tendidos, de las mejores que recuerda uno en esta plaza. La gente vino con ganas de pasarlo bien, y los oles y las ovaciones sonaban como en pocos sitios de la provincia; y es que con poquito que viera el público se rompían las manos a aplaudir y a jalear a los toreros. La corrida de Valdefresno se dejó sobre todo los tres últimos toros, que fueron nobles y con calidad.
El Cordobés con la izquierda Abrió plaza El Cordobés que volvió por sus fueros, en una tarde triunfal, todo un maestro de la complicidad con el tendido. Con su primero, instrumentó una faena a media altura por la flojedad del toro en terrenos de sol, y gozó de mayor ajuste en el toreo en redondo por el pitón izquierdo. Dos orejas cortó, tras estocada desprendida y descabello.
En el cuarto puso la suavidad en su muleta, un noble toro al que le falto fondo, corriéndole la mano con despaciosidad y temple, después en el epilogo de la faena llegó el salto de la rana, los cabezazos al toro, desplantes y todos contentos. Un pinchazo, estocada y dos golpes de verduguillo redujeron su premio a una oreja.
Anibal Ruiz con la izquierda Aníbal Ruiz no tuvo su tarde, cortó una cariñosa oreja a su primero tras el fallo a espadas. En el quinto un buen toro de Valdefresno estuvo a un mejor nivel. Brindó emotivamente a uno de nuestros buenos compañeros de prensa Ignacio Rubio, un crítico que pasea su sapiencia taurina y el nombre de Bolaños por todas las plazas de España. Aníbal Ruiz se mostró en este toro con temple y lentitud, dejo las zapatillas en la arena y las series se fueron sucediendo entre la aclamación popular. El torero terminó abandonando el cuerpo. Lastima que esa sensación de disfrute no la continuara con la espada, que volvió a ser su calvario, privándole de trofeo alguno. El diestro de Alcázar abandono la plaza a pie, y con uno de los detalles que me quedo es con El Cordobés, aplaudiendo a Aníbal Ruiz, todo un gesto torero y de buen compañero.
El Fandi paseando los trofeos conseguidos El Fandi anduvo sobrado en banderillas, cuatro pares en sus dos toros lo indican, con el dos en uno como ejemplo. Comenzó de rodillas en su primero con un vibrante inicio, pero la mansedad del toro impidió cualquier emoción en el transcurso de la faena. Todo lo que tuvo que poner el torero ante la huidiza embestida del astado. Cuatro pinchazos y dos descabellos redujeron su premio a una ovación tras dos recados presidenciales.
El que cerro la corrida fue un buen toro pero que se le acabo pronto, aún así con esa media arrancada, el de Granada alternó vistosidad con molinetes, series templadas y desplantes. En esta ocasión si cortó las dos orejas tras estar más afortuna con el acero.
Fotos: Teresa Torres
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