Con casi tres cuartos de entrada se han lidiado toros de Victoriano del Río, desiguales de presencia y juego.

El Juli, oreja y ovación

Miguel Ángel Perera, ovación y palmas

Alejandro Talavante, ovación y dos orejas.

Foto archivo

La tarde no salió como todos esperábamos, quizás al juego que dieron los tan esperados toros de Victoriano del Río fueron los culpables. Los parroquianos al final se fueron contentos al ver salir en hombros al torero extremeño, quien en el último toro, logró cortar dos orejas meritorias por cierto, el otro torero que tocó pelo fue el madrileño Julián López “El Juli”, cosa que no sucedió con el torero de Prior que solo pudo saludar en el primero de su lote y eso que tuvo una labor por encima de sus dos oponentes.

Los toros de Victoriano desilusionaron al gran número de espectadores que llenaron tres cuartos del aforo del coso de Sanse; el cartel lo valía y el hierro también, pero las cosas no salieron como la mayoría lo esperaban; ya que el ganado no dio la talla, los tres primeros anovillados, con platanitos por pitones, encima con las fuerzas justas y la segunda parte con mayor presencia pero también justitos de fuerzas, apenas aguantaron el mono puyazo y en algunos casos solo se señaló, siendo el tercio de varas, más bien un mero trámite.

De los toreros: El Juli en su primero una oreja de paisanaje y el segundo bajó el tono y poco acertado con los aceros. A Miguel Ángel Perera le tocó el lote menos propicio para realizar su toreo. Quien de verdad gustó fue Alejandro Talavante, que por fin ha dejado de ser el mago de Badajoz (nada por aquí, nada por allá), el cambio es muy notorio desde que lo lleva Curro Vázquez, ahora torea como un torero de los buenos, ese es el camino para llegar a ser una auténtica figura.

Julián ante el que abrió festejo, lo más destacado con el capote fue la media verónica en el platillo del ruedo. Pero ya con la franela le notamos que se esforzó mucho menos de lo que estamos acostumbrados, todos los pases tanto por el pitón derecho como por el contrario siempre fueron hacia afuera sin embraguetarse en ningún momento, aunque no faltaron en algún momento pases de excelente factura por los dos pitones, destacando un circular de 360º, un pase del desdén y las manoletinas abrochadas con una trinchera de cartel. Tras el ya conocido julipié dejando una estocada entera un pelín caída, los pañuelos afloraron y la autoridad concedió un trofeo. En el cuarto entusiasmó a sus incondicionales toreando a derechas abrochando su labor con un martinete marca de la casa más que oportuno, todo ello gustó y llegó a los tendidos; pero una buena labor la emborronó al pinchar en dos ocasiones, luego dejando una estocada entera que produjo un abundante derrame sanguíneo. Tras los aplausos saludó desde el tercio.

Sin raza y rajado fue el primer burel de Miguel Ángel Perera, al que saludó por delantales, luciéndose mejor en el quite tras la mini vara. Ya con la muleta toreó por delante y por detrás al iniciar faena, no fue a más su quehacer ya que el pupilo de Victoriano se rajó; Perera con técnica supo sujetarlo y tras ese estupendo circular estalló la ovación. Contundente estuvo con la tizona, no faltaron pañuelos pero la autoridad consideró que no eran suficientes y todo quedó en fuertes palmas y saludo desde rayas. Uno de los toros-toros fue el 5º al que le ejecutó cinco verónicas meciendo el capote a manera de saludo. Brindó al público e inicio la faena sin la ayuda, por naturales diestros, subiendo de tono la faena y cerrando cada tanda con los pases de pecho; también llegó a los tendidos toreando al natural con la zurda, una buena actuación y distinta, emborronó todo con la toledana, feo metí-saca que mermó puntos, luego una estocada casi entera arriba y el animal dobló. Silencio en los tendidos.

Muy bien estuvo Alejandro Talavante con el percal en los lances de saludo al tercero. Muy buen comienzo con ayudados por alto con la tela roja; ya en los medios citó con la muleta adelantada ejecutando cuatro redondos diestros siempre hacia los adentros rematados tras la cadera siendo ovacionado, como también sucedió toreando al natural abrochando con el forzado, toda su labor fue en el mismísimo centro del anillo, terminó la faena con manoletinas pasándose al morlaco por la faja. Entró por derecho a por uvas dejando una estocada buena a la que le hizo falta tres golpes de cruceta. Saludando desde rayas. Las cosas cambiaron radicalmente ante el toro que cerraba festejo. Muy bien con la capa y mejor aun con la muleta, toreó despacio y con donosura por ambos pitones, con remates estupendos y salidas muy toreras, todos los pases fueron un continuo dibujo, tomando vuelos la faena, los trofeos ya estaban ganados, como así sucedió tras el estoconazo en el hoyo y las dos orejas cayeron para Alejandro. Saliendo en hombros por la Puerta Grande de la tercera.