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Con media entrada en los tendidos de la Plaza de Toros de Almagro se han lidiado toros de José Luis Marca, desiguales de presentación, variados de capas y de aceptable juego en líneas generales.
Juan José Padilla, oreja en ambos
David Fandila “El Fandi”, saludos y dos orejas
Sebastián Castella, oreja y palmas.
Padilla y Fandi a hombros Volvieron los toros a Almagro tras un año de sequía, fruto de una decisión política de su Alcalde, y han vuelto con buen pie. El festejo organizado por la casa Matilla muy vinculada desde hace años a esta localidad era un cartel con gran atractivo, lástima que le gente no terminara de responder, cubriéndose el coso de la cuerda en la mitad de su aforo, pero lo que si ocurrió que la gente disfrutó y se lo pasó en grande, sin triunfalismos ya que el Presidente no pasó una.
Padilla con la diestra Abrió plaza Juan José Padilla visiblemente dolorido por un malestar muscular al comienzo de la corrida, pero que no le impidió banderillear con solvencia en sus dos toros. Con el primero anduvo con pasajes templados con la mano izquierda y con las cercanías en las postrimerías de la faena, con un pinchazo y gran estocada cortó la primera oreja de la tarde.
Con el cuarto, un animal que con dos volteretas quedó muy mermado para la lidia. El jerezano puso todo de su parte sacando a relucir todo su repertorio, lo mejor vino con la espada cortando otra oreja que le abrió la Puerta Grande.
El Fandi a la verónica El Fandi estuvo con mucha disposición, recibiendo con largas cambiadas de rodillas, así como sus dos comienzos de faena, también con las rodillas hincadas en el albero. Con el capote imaginativo, solvente y con las banderiíllas sobrado como suele ser habitual, solo en el quinto. Fue su actuación más importante ya que en su primero se quedó sin trofeo tras una correcta actuación por una media estocada muy caída.
Fue con su segundo con el que se destapó, con un toro con transmisión y con un trasteo impregnado de entrega y conexión innata con los tendidos. Se fueron sucediendo las series por ambos pitones con las que el torero granadino se vació por completo, incluso se llegó a pedir el indulto para el de Marca. Colocó una gran estocada y esta vez si se le dieron las dos orejas con una fuerte petición del rabo.
Castella en su vuelta al ruedo Sebastián Castella se presentaba en la ciudad de los encajes, y ciertamente tuvo poca fortuna en el sorteo. Su primero fue devuelto a los corrales por un aparentemente extraño comportamiento, en su lugar salió un jabonero sucio de escasa presencia. El terciadísimo animal se dejó en una faena ventajista para el toro fundamentada en la quietud, el temple y la suavidad en los toques. Cortó una oreja tras más de media.
El que cerró plaza fue un toro con poca fuerza, protestón, que andaba lanzando tarascazos a las telas poco puedo hacer Castella salvo justificarse.
Fotos: Teresa Torres
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