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Una de las corridas más importantes del año taurino madrileño, tuvo lugar en la Plaza de las Ventas. La ya tradicional de la Beneficencia. Presidida desde el palco real y por última vez por S.M. El Rey de España D. Juan Carlos I; cuando apareció en el Palco y mientras sonaban los acordes del Himno Nacional; todo el público que llenaba las aposentadurías puesto en pie, tributó al Monarca una gran y sentida ovación por ser quien es y por ser un gran aficionado que siempre defendió la Fiesta Nacional. De los tres matadores acartelados, dos de ellos y como establece el protocolo, brindaron la muerte de sus primeros toros, menos el torero vasco que se abstuvo. Perdone usted señor Fandiño, pero creo sinceramente que su actitud es reprochable ya que se trataba de la primera autoridad de la nación, que sea quien sea merece un respeto, como así lo demostró el público, más aun al tratarse de un gran aficionado.
Como en otros años y no sé cuantos van, el público agotó las localidades en las taquillas y no era para menos, en el cartel tres figurones del toreo actual: Julián López “El Juli”, Iván Fandiño y Alejandro Talavante, que se enfrentaban a un encierro de los hermanos Lozano con el hierro de Alcurrucén. Ganado bien presentado, con pitones, pero mansos, flojos y descastados y que pocas o casi nulas dieron facilidades para que la tarde remontara y los toreros consiguieran el éxito esperado. El peso medio en la romana fue 545 kilos.
 El Juli y las verónicas de saludo El Juli, consiguió cortar una oreja en su primero, que a mí se me antoja que fue un regalito de D. Julio Martínez que presidía el festejo. No es que el de Velilla de San Antonio estuviese mal, ¡no por Dios!, pero ante un inválido que renqueaba de los cuartos traseros, el poderoso y técnico madrileño, estuvo por debajo de sus propias posibilidades ya que él puede con todos. El saludo capotero con cuatro verónicas estupendas abrochada con la media de rigor. Con la muleta y casi en los medios, enjaretó cuatro derechazos meritorios aunque toreando de lejos, de los tres naturales uno largo embebiendo y tirando del cornúpeta, mejor fue el forzado en cámara lenta que aplaudieron todos sus incondicionales; tras esos muletazos, el toro se desinfló. Juli pidió la espada para despachar a su “enemigo" con su acostumbrado julipié hundiendo el estoque hasta la bola eso si un poquito trasero. Los parroquianos pidieron el trofeo pero no de forma mayoritaria y la orejita cayó en manos del madrileño. Orientándose y distraído salió el cuarto, luego embistiendo siempre con la cara alta, eso no facilitó para que El Juli pudiera remontar quehacer, eso sí con la diestra logró en dos tandas ligar, aunque abusando del pico; con lo poderoso que es este torero, estuvo por debajo de sus propias condiciones. Con la tizona entró a matar en la suerte natural, dejando una media cuchillada trasera que fue más que suficiente para entregarlo a las mulillas. Silencio en los tendidos.
 Bernadinas ajustadísimas dio el de Orduña al que cortó la oreja Al torero de Orduña Iván Fandiño, le tocó de primero un toro, armadito y rematado pero sin fondo, que se dolió claramente en el segundo tercio; con la muleta se fue al platillo en que toreó con la diestra en buen son, lo cerró hacia las rayas y siguió toreado a por derechas de los cuatro pases uno muy bueno, pero no consiguió nada destacable por el pitón contrario. Entró a por uvas en la suerte natural, dejando una estocada hasta los gavilanes, el animal buscó tablas para doblar. Silencio. Manso fue el segundo de su lote. Pero el torero se creció y supo sacarle lo poco bueno que tenía el de Alcurrucén y torearlo como él lo sabe hacer y nos gusta a casi todos, ya sea por el pitón derecho o por naturales, la labor tomó otros visos consiguiendo llegar a los repletos tendidos, el epílogo también tuvo sabor; un circular completo y unas bernadinas apretadas. Se tiró a matar en la suerte natural y con entera decisión, dejando una estocada entera que hizo mucha pupa y de la que salió muerto el burel. Pañuelos mayoritarios y cortando una oreja de buena ley. Al dar la vuelta al anillo hasta dos gallos le aventaron, uno de ellos lucía en su cuello la bandera de España.
 Fandiño paseó una oreja y uno de los gallos que le regalaron en la vuelta El que no estuvo fino y tampoco fue su tarde fue el de Badajoz Alejandro Talavante, también es verdad que le tocó el lote menos propicio para su lucimiento y como ha cambiado el chip, quiso hacer el toreo bueno y fino al primero, pero en ningún momento logró acoplarse con el mansurrón. A por el alfanje pero tampoco estuvo fino con los haceros, por poco no pegó un petardo con el descabello. Talavante con la diestra Se las traía el sexto y el nuevo Talavante poco, poquito podía hacer ya que el morlaco siempre embistió con la cara mirando al azul cielo, en un momento dado hasta perdió el engaño, tal como se presentaban las cosas lo mejor y más digno era pasaportarlo rápidamente, cosa en que tampoco el extremeño estuvo muy acertado que digamos, al final dobló el andarín sexto tras hacer uso del estoque de cruceta en tres ocasiones. Otro silencio para Talavante.
 Juan José Trujillo saludó en el sexto Dos de los banderilleros de hoy cumplieron muy bien su cometido Juan José Trujillo que se desmonteró en agradecimiento de los aplausos, el otro y de la misma cuadrilla de Talavante, Julio López consiguió que se le aplaudiera. Muy bien estuvo el varilarguero de Fandiño Manuel José Bernal al picar al segundo del festejo. Y mañana retomamos el serial isidril, con toros del Puerto de San Lorenzo, para: Juan José Padilla, El Cid y Daniel Luque.
Fotos: Muriel Feiner
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