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La Ficha del Festejo.
Lleno hasta el reloj, se agotaron todas las localidades, no cabía un alfiler, era un festejo para los claveleros, que seguramente volvieron a sus casas mustios y decepcionados, por no haber visto triunfar a sus ídolos, por un ganado que ellos mismo escogen, buscando el perritoro o como lo llamaba Juan Pedro, el toro “artista”; pues se han lucido de medio amedio, tanto los veedores de los matadores como el veedor de la empresa o sea que aun siendo cuatro con ocho ojos, no han sido capaces de traer una corrida medio decente a la feria “más importante del mundo”; con estos profesionales terminaremos cargándonos la fiesta más hermosa del mundo.
Por la puerta de los sustos aparecieron cinco bueyes de carretas o mejor empleado, cinco mulos con cuernos, menos el sexto que fue potable y que al menos dio la cara por sus hermanos de camada escuchando palmas en el arrastre los demás KK, donde se quedaron los buenos toros de antaño de D. Moisés Fraile, ¿en la finca”? del “Puerto de la Calderilla”, del campo charro salmantino al solcito primaveral, porque lo de hoy han sido una birria. Eso sí bien presentados, con exceso de kilos, dos ellos superaban los 600 kilitos, teniendo una media en la romana de 575 y no faltó quien opinaba que estaban tocaditos de pitones; -para que seguir-.
 Seis vacíos por dentro y casi también por fuera El primer espada de la terna era el francés Sebastián Castella, una vez más nos dio sota caballo y rey en sus dos toros que aburrieron a los entendidos y también a los claveleros que solo se los ve en los tendidos cuando llegan las “figuras” y eso que al principio se sentó en el estribo para iniciar su labor muleteril no llegando a emocionar a nadie y para más desdicha al primero lo mato de una cuchillada para luego dejar una estocada hasta las cintas algo más bien traserilla pero muerto. En el cuarto, un toro sin fuerza y con demasiados kilos y que terminó parándose en el último tercio, vimos al de Francia desmotivado, frialdad en la arena y frialdad en los llenos tendidos y siguió la desdicha con el acero, en el primer embroque un pinchazo, luego una estocada entera desprendida y perdiendo la muleta. Silencio con aviso.
 En el estribo, de inicio, buenas intenciones y no pasó nada más La racha continua con el artista alicantino José María Manzanares, que como ya todos sabemos, sacó una muleta, que más parecía una manta bejarana para el último tercio y labor ante el primero de su lote. Con la diestra mano, pasajes pasables que no llegaron a los tendidos, eso sí tuvo cierto mérito el remate de pecho barriendo los lomos del animal, los naturales siempre con el piquito y de lejitos; sonaron las primeras palmas de tango incluso hubo pitos de cierto sector; al sentir la actuación y desidia, el morlaco tomó las de Villadiego. No lo hizo mal al perfilarse para despenarlo con una estocada entera desprendida que fue sufí para dejarlo que el tiro de mulillas se lo llevaran. Hubo protestas para el toro quinto y eso que romaneo en el jamelgo; no sé por qué y quizá porque como iba el espectáculo en la solanera gritaron ¡ladrones!, a quien se referían, no los sé. Las cosas no pintaban bien para el de Alicante, su labor transcurrió a distancia por ambas manos y una vez más y ésta es la segunda en feria sonó el –boom petardo-; quizá no era la tarde para José María que con lo certero que es con los aceros tampoco estuvo fino. La música de viento fue su compañera tras el arrastre.
 Posturitas que terminaron por armarle la bronca Tampoco a Alejandro Talavante le rodaron bien las cosas en su primero, tercero en el orden de salida y que pese a su descoordinación Talavante al menos manejó aceptablemente el percal; bien empezó con la franela, pero los aficionados cada vez que el de Badajoz intentaba hacer algo, el respetable coreaba “miau”, la verdad que no era para ello, pero tampoco el burel servía para nada. Lo mejor era enviarlo al otro mundo y así lo hizo el torero de una estocada entera contraria pero efectiva. Silencio para el torero. En el toro sexto al menos se pudo dar la vuelta a la tortilla. Talavante se dio cuenta de las posibilidades que tenía el toro y lo saludó con un ramillete de verónicas acompasadas y de manos bajas que si que llegaron al público que aplaudió fuertemente al extremeño. La cosa no quedo ahí y entre el torero y el toro se inició un romancillo en el platillo del ruedo, la faena fue tomando vuelos por ambos pitones pero en torero y no de pases sueltos, sino ligados y de muy buen corte, destacando aun más cuando citó de frente para torear en redondo con la diestra en que no se le puede negar que estuvo francamente bien y por ello los sonoros oles. Pero amigos míos un quehacer bien hecho y ejecutado lo emborronó totalmente al utilizar los aceros y todo se fue al garete como también un justo trofeo. Tras la ovación final el matador saludó fuera de rayas. Bien pudo dar la vuelta al ruedo dada su labor creo que se la merecía.
 Solo Talavante pudo ponerle algo de seriedad a la tarde Otro día feliz para los de plata. José Chacón de la cuadrilla de Castella aplaudidos en banderillas, Curro Javier de la de Manzanares, Juan José Trujillo y Julio López de la de Talavante, ídem de ídem. El picador “Chocolate” a las órdenes de Manzanares consiguió que se le aplaudiera al picar al segundo del festejo. Para mañana una esperanza y por el que he apostado Paco Ureña, la vuelta de Miguel Abellán y la de Joselito Adame; haber si lo pasamos bien y hasta que pueda que se nos pase el enfado de estos últimos días.
*Fotos: Muriel Feiner.
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