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Ya metidos de lleno en la segunda mitad de esta Feria de San Isidro del 2014, tras la novillada de ayer, encaramos esta penúltima semana con un cartel de todo menos atractivo. Y, además, otra vez, hay cambios en la combinación inicial. Esta vez le ha tocado el turno a la ganadería de José Luis Pereda, que no ha pasado los perceptivos reconocimientos veterinarios previos. Fueron aprobados en un primer momento tan sólo dos, y al final… todos de vuelta a la ganadería. En su lugar se lidiará una corrida, atención, de Fuente Ymbro. Y digo esto porque el hierro de Ricardo Gallardo vuelve con una corrida de toros a Las Ventas después de muchos años y por la puerta de atrás. Que mal se estará viendo Gallardo para volver de esta forma a Madrid, sin relumbrón, sin expectación, sin categoría. Pero, eso sí, casi podemos decir con seguridad que saldremos ganando del cambio. A pesar que la de Fuente Ymbro no se encuentre en un buen momento, mejor que la siempre insoportable divisa de José Luis Pereda y La Dehesilla… seguro. Ahora habrá que ver también que trapío lucen los de Gallardo y si no son las sobras de las primeras corridas importantes de la temporada (véase Valencia y Sevilla). Por el dinero que le habrán dado, no sería cosa rara. Y también habrá que esperar a ver si no suelta una desastrosa mansada como la de Sevilla, como la mayoría de los grandes encierros del pasado año, y sin ir más lejos como la novillada que lidió en este mismo ciclo hace un par de semanas. Al menos, esa se movió.
Pero si la ganadería no ofrece grandes motivos para la esperanza, tampoco la terna actuante resulta demasiado apetecible. Habría que ver entre los tres cuantos paseíllos suman en Madrid, sobre todo Uceda Leal y Matías Tejela, los máximos representantes de esa segunda fila acomodada del toreo que sigue en algunas ferias como Madrid, año tras año, y sin revalidar unos méritos que pudieron demostrar hace ya mucho tiempo. No son malos toreros, no, y tienen un buen corte (sobre todo Uceda), pero les falta algo fundamental para seguir adelante: ambición, querer, compromiso. Mientras otros matadores jóvenes ansiosos de una oportunidad esperan en casa, ambos diestros madrileños seguramente se conformarán con dejar pinceladas y justificarse. Y, otro año más en Madrid. Y el año que viene, otra vez. Regeneración, señores taurinos, por favor, regeneración ya.
El único que puede tener un cierto interés es Curro Díaz, torero de Linares y muy de Madrid que, aunque nunca termine de rematar ni de dar ese paso adelante tan necesario para explotar, se sale del concepto habitual y seguro dejará detalles y pinceladas de su gusto y personalidad. En un momento en el que padecemos el escalafón más vulgar y pegapasista de las últimas décadas, al menos, ya es algo el que queden toreros como Curro Díaz. Y, por esta misma razón, Madrid le sigue esperando. ¿Será su tarde?
 Foto archivo
Uceda Leal: silencio y saludos Curro Díaz: saludos y silencio Matías Tejela: silencio en ambos
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