De los toros: Ganadería de Peñajara de procedencia Baltasar Ibán. Sus toros suelen sacar unas variantes en cuanto a capas y hechuras poco vistas. La pasada temporada estaba anunciada para Madrid pero tras la suspensión la corrida quedó en el olvido. El resto de temporada lidió en plazas de poca relevancia. En Madrid se recuerdan toros de mucha importancia y se le espera con interés.

De los espadas:

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Víctor Puerto: Son varios años sin acudir a San Isidro. Quedan lejos aquellas salidas a hombros del 92, aquella ilusión que desbordaba se fue diluyendo hasta el punto de abandonar la profesión aburrido y desencantado. Volvió humildemente en 2010 visitando ferias de poca categoría y acudió a Madrid un 15 de agosto con la ilusión y sonrisa que siempre le caracterizaron. Allí obtuvo el favor de un público que pudo ver otra vez a Puerto dar una vuelta al ruedo.

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Eugenio de Mora: Otro torero que lo tuvo en la mano y se lo dejó ir. Teniendo buenas mimbres no llegó a culminar el cesto y al final quedó apartado en ferias de muy menor rango. También sabe lo que es abrir la puerta grande de Madrid y con esa ilusión vendrá.

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Alberto Lamelas: El de Jaén es otro de esos toreros que viven en el ostracismo. Pocas muy pocas corridas y a jugársela a Madrid. En su confirmación en Madrid dio una gran dimensión y solamente el mal uso de la espada le apartaron del éxito. En la pasada feria de Jaén Lamelas interpretó el toreo puro de verdad, ese toreo que intentará exponer en Madrid.

¿Volverán por sus fueros?