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22/05/2014
  (San Isidro 2014) 22/5 – Una Crónica del Festejo: Bien dice el adagio taurino, corrida de expectación, corrida de decepción
 
Firma: Jorge Guevara-Segarra
 
     
 

La Ficha del Festejo.

Y así fue mis queridos lectores como reza el título. En el cartel tres toreros figuras: Finito de Córdoba o 'Finito de Sabadell', José Antonio Morante de la Puebla y Alejandro Talavante, ante toros de Montalvo. Eso hizo congregar a muchísimo público, el lleno fue hasta la bandera y esta es la segunda del ciclo en que se pone en taquillas la tablilla de “No hay localidades para hoy”. Pero el resultado de la decimotercera corrida del abono fue un auténtico petardo por parte de los dos primeros alternantes; se salvó de la quema, el torero que hacía tercero del cartel también rematado.


Tarde de expectación, de lleno y de...

La corrida aunque bien presentada, más bien fue mansita y con las fuerzas muy justas, el toro cuarto tuvo que ser sustituido por el primer sobrero marcado con el hierro de Núñez del Cuvillo. Ninguno de los bureles destacó a lo largo del festejo, quizás el menos manso fue el tercero y el mérito indiscutiblemente se lo llevó su matador, que a punto estuvo de dejarlo sin uno de sus apéndices auriculares. El resto no merece ningún comentario por mí parte. Todos más bien pitados en el arrastre.

De Finito de Córdoba, que tras sus éxitos de Valencia y Castellón en Madrid se esfumó como la voluptuosa humareda que deja un cigarrillo. Al primero de su lote lo saludó con dos verónicas de lujo, pero ahí quedó todo, ya que con la franela pasó todo el tiempo en probaturas sin llegar lo que se dice a torear, por ello hubo protestas de los aficionados; para más inri de entrada pinchó con el acero de verdad al salirse de la suerte, dejando luego una cuchillada a la que le hizo falta un certero golpe de verduguillo. Silencio con aviso. Ante el segundo que hacia cuarto bis de Núñez del Cuvillo. Nada con el percal y con la muleta nada de nada, no lo quiso ni ver; sonando desde el tendido de la solanera el boom de petardo. Pasaportó a su “enemigo” de pinchazo y cuatro golpes con el de cruceta. Otro silencio sepulcral para el de Sabadell.


Con Finito, ahí quedó todo

Morante de la Puebla, estuvo desconfiado con el primero de su lote, segundo del festejo, pasando de puntillas con la franela y nos dio un mitin con el descabello fueron tantos los intentos, que el público a coro empezó a contar hasta 10. Ligeros pitos para el de La Puebla.  Pero peor fue su labor en el quinto, que por h o por b, se dejó entablerar con el capote y creo que allí Morante perdió los papeles. Da pena ver la impotencia de un torero, tomó los trebejos y se dedicó a quitarle la moscas al bóvido, para despacharlo sin más trámite, fallando reiteradamente con los aceros que se le atragantaron; la bronca fue de esas de campeonato.


Con Morante, también, aquí quedó dicho todo

Quien medio salvó la tarde fue Alejandro Talavante y digo esto porque en el primero de su lote, un toro manso que poco a poco el torero fue sacándole lo poquito que tenía, logró torear como mandan los cánones y en la boca de riego le enjaretó una tanda de naturales muy buenos, consiguiendo que el público no sólo los coreara sino que se los premió con los primeros aplausos de la tarde al terminar la serie con los pases de pecho de ida y vuelta, continuó con esa mano, citando de frente con más naturales de muy buena caligrafía, la ovación desde luego no se hizo esperar. El quehacer estaba más que hecho y él con mucha inteligencia se dio cuenta que podía haber trofeo, ¡pero ay amigos míos! el trofeo se le fue de las manos cuando metió la espada en los bajines del cuerpo del animal más aun al tener que utilizar el descabello hasta en dos ocasiones. La ovación fue muy fuerte y unánime. Pero si la ovación fue general, ¿Por qué? se le impidió dar la vuelta al ruedo, es cosa que no lo entiendo, es que Madrid tiene que ser, todo o nada, ¡no lo entiendo! Ni lo entenderé.  Pero el de Badajoz ya no pudo remontar en el sexto. Se hizo un silencio sepulcral, en espera de que Talavante iniciara su faena que no tuvo un final halagüeño ya que “Campanera”, se rajó descaradamente, no dando ninguna facilidad a la hora de la muerte y Alejandro se las vio y se las deseó para mandarlo al otro mundo y todo quedó en un silencio. Aun le quedan otras dos comparecencias. Habrá que esperar el 29 de mayo.


Talavante, habría podido cumplir, pero no pudo rescatar la decepción del todo

Uno de los del castoreño fue aplaudido al picar al sexto y éste fue Tulio Salguero, con los garapullos se desmonteró Juan José Trujillo, los dos subalternos de la cuadrilla de Talavante.


Juan José Trujillo ovacionado en el sexto

Y mañana otra corrida con las figuras y con los bombones de Victoriano del Río; es de esperar que las entradas se agoten, haciendo su agosto la reventa.

*Fotos: Muriel Feiner.   

 
     
   
     
   
     
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