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Ficha del Festejo
Con algo más de tres cuartos de entrada tuvo lugar la tradicional corrida de La Prensa una de la más tradicionales corridas del año a la que asistió la Infanta Elena que como también ya es tradicional se ubicó en una barrera del 10; a la que los tres matadores como es preceptivo y según el protocolo brindaron la terna cada uno de sus primeros toros de su lote.
 Juan del Álamo, a la postre triunfador de la tarde, brinda a la Infanta Elena El día entoldado y con nubes negras en el firmamento que amenazaban lluvia y que haberla la hubo, más el siempre molesto invitado viento que se hizo presente durante toda la tarde y si a eso le sumamos el descenso muy acusado de la temperatura, retornado al mes de marzo, pasamos todos los parroquianos mucho pero mucho frío, la tarde especialmente para el aficionado fue muy molesta y si a eso le añadimos la poca afortunada actuación de Manuel Jesús “El Cid”, lo poco que pudimos apreciar del quehacer “El Fandi", que apenas calentó los tendidos en el segundo tercio con sus clásicos palitroques y que sus fans y seguidores festejaron de forma incondicional, la cosa iba cuesta abajo, hasta que saltó a la arena el tercero de la tarde en que una vez más y con esta, es la quinta en un año en que Juan del Álamo cortó la tan esperada oreja, todos esperábamos la Puerta Grande que se frustró por el mal comportamiento y mansedumbre del burel que cerró festejo.
De los pupilos de Juan Pedro, igual que siempre, ya nos lo analizara nuestro compañero en la sección correspondiente sobre 'El toro es el protagonista', en que hubo de todo como en botica, palmas para el segundo y tercero, pitos para el cuarto y silencio para los restantes, a esto les suelen llamar ahora de diverso juego y yo diría más bien mansedumbre, cosa ya normal en este hierro.
 El Cid con la diestra D. Manuel Jesús “El Cid” ya no es lo que era, para mí que me lo han cambiado, porque su segunda comparecencia en el ferial ha sido más bien anodina y nos no ha dicho nada de nada en ninguno de sus dos toros; pero aun tenemos esperanza que vuelva a ser quien era en su tercera y última actuación el jueves 5 de junio y tengamos la satisfacción que ya nos dio en el otoño pasado. Silencio en su lote
 El Fandi y el par del violín David Fandila “El Fandi”, otra tarde en Madrid sin conseguir el éxito, eso sí como ya es costumbre en su quehacer, levantó pasiones con los garapullos de sus incondicionales, pareando hasta cuatro veces en un toro, pero no terminó de remontar faena con la franela, aunque si debemos reconocerle el buen manejo del capote, ya ha pasado más de una feria que en Madrid no ha convencido a los buenos aficionados con que cuenta la capital del Reino. No estuvo mal con el acero en su primero, aunque el estoque cayó tendido y a su segundo lo pasaportó de una estocada entera caída más un golpe certero con el de cruceta. Silencio en ambos.
 Juan del Álamo toreando con la mano muy baja A mí particularmente no me sorprendió como a muchísimos otros la actuación del salmantino Juan del Álamo, dadas su excelentes maneras y forma de torear, desde luego tiene un futuro muy halagüeño. Tras el inicio con pases de tanteo y ya fuera de rayas, toreó por derechazos en muy buen son y tono, la faena fue poco a poco tomando vuelos, ya que remató cada serie con el forzado de pecho de pitón a rabo, cambió de mano para torear al natural sumando tres pases de manos bajas y la trincherilla al que hay que sumar el farol, pero poco a poco el toro perdió fuste, pero el de Ciudad Rodrigo tuvo un buena actuación y el público le agradeció con una fuerte ovación, más aun cuando se enfrontiló con la espada entrando muy decidido para dejar una estocada entera arriba saliendo muerto el morlaco. Pañuelos generales en los tendidos pidiendo el trofeo y que a D. Julio Martínez aunque algo reticente, no le quedó más remedio que sacar su blanco pañuelo concediendo la oreja al del Álamo, que con orgullo paseo su quinta oreja en esta temporada por el ruedo venteño. El esperaba triunfar rotundamente en el sexto y saludó a su oponente con una larga cambiada rodillas en tierra y no estuvo mal al inicio de faena con uno doblones acariciando al animal dada su flojedad, continua con buen son por el pitón derecho, pero el Juan Pedro fue no solo perdiendo fuerzas de las pocas que tenía incluso midiendo la arena, con ese comportamiento el triunfo soñado se le iba de las manos a Juan y no quedaba otra que mandarlo al otro mundo y del Álamo así lo comprendió y pidió la espada de verdad, desafortunadamente lo hizo con feo navajazo.
Otra de las cosas buenas del festejo fue su duración, fueron dos horas justas de corrida.
De las cuadrillas el único que logró escuchar palmas con los garapullos fue Domingo Siro a las órdenes de Juan del Álamo.
Y para mañana aparecen las figuras por primera vez, veremos que nos deja el festejo, ya se lo contaré el día de mañana.
Fotos: Muriel Feiner
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