El espacio-tiempo se ocupa y fluye de manera más notoria si en el ruedo hay peligro. Hoy Jandilla, a su débil manera lo ha demostrado. Toros con menos poder del deseado pero con un punto de maldad sana muy solicitado.

Por ello, los de Jandilla dejaron todo como a medias

David Fandila "El Fandi" sigue siendo un despropósito a pesar de la psicótica Madrid. Una cosa es que a Madrid le tomen por el pito de un sereno y otra que se choteen de ella.  El Fandi tiene su legítimo lugar ganado a la carrera y al espectáculo en numerosas plazas del orbe taurino pero Madrid no es una de ellas. Aún así sigue actuando lo cual indica que yo no tengo razón y todo cuanto acabo de escribir no tiene sentido.

Iván Fandiño atacando a un moribundo recibió una voltereta entre pitos ergo el espacio que pisaba no se sentía en el tendido. A su segundo lo hizo el; tiró del animal y cuajo una faena sin rotundidad pero con mando. Sin cruzar los límites a los que nos ha tenido acostumbrados y que han hecho de él un torero esperado sin necesidad de gestos tremendos y sí de toreo de ordeno y mando.

Joselito Adame asustó al público atrayendo a su primer toro desde lejos y sufriendo la colada del animal que lo desarmó sin miramientos y con violencia haciendo sentir el peligro a su alrededor. Poco más pues el burel dijo basta y se quedó corto por el pitón izquierdo. Su segundo toro recibió más pases que guantazos un payaso. Y todo sin cuajar.