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Hoy, con la tercera de abono de San Isidro, llega el primer plato fuerte de esta feria. Como ya va siendo habitual estos últimos años, se anuncia al principio del serial uno de los hierros más del gusto de la afición de Madrid. Y por afición de Madrid me estoy refiriendo a esa que antaño colocó a esta plaza en la cima de las más importantes y exigentes. Esa afición dura que, ante todo, disfruta con la emoción de la casta y con el toro como piedra central sobre la que debe girar todo el espectáculo. Hoy, primer domingo de San Isidro llega Escolar. Los "albaserradas" del ganadero madrileño, tan temidos por los toreros, como seguidos y amados por un gran número de aficionados de España y Francia, vuelven a Madrid con la intención de hacer valer esa etiqueta de hierro duro y torista.
Y la verdad es que los "escolares" no podrían llegar en mejor momento. Tras los dos primeros festejos del abono, marcados principalmente por el paupérrimo juego de las reses lidiadas (prácticamente todas ellas mansas y descastadas), la divisa de José Escolar tiene la responsabilidad de dar un vuelco ganadero a la feria y devolver la verdad al ruedo y la emoción a los tendidos. El compromiso de este ganadero con el aficionado y la fiesta, así como el tipo de toro que quiere e intenta criar, es de sobra conocido y, por esa razón, la expectación es altísima y mi apuesta muy positiva. Creo que viviremos una tarde llena de emoción y verdad; también de riesgo, exigencia y complicaciones. No habrá tanta nobleza y "facilidad" como la mayoría de tardes, pero ¡ay amigo! esa es la grandeza de esta fiesta.
También la terna de toreros da motivos para la esperanza de una buena tarde de toros. Como primer espada actúa todo un experto en este tipo de corridas y, especialmente, en esta ganadería. No es otro que Fernando Robleño, un torero que con los años ha ido adquiriendo una gran madurez, además de que ha demostrado en bastantes ocasiones el gran concepto del toreo que posee. Su valor, además, es uno de los más contrastados de todo el escalafón. Pero, por unas cosas o por otras, Madrid se le sigue resistiendo y, dejando detalles y tardes más o menos buenas, falta esa de la consolidación y la consagración. Por otra parte, se lo merece como pocos. ¿Será hoy la definitiva y además con sus de sobra conocidos cárdenos de Escolar? Yo creo que sí.
Y el resto es toda una incógnita. A todos nos sorprendió el que para rematar este cartel se anunciara a dos toreros jóvenes a los que no les sobra el oficio ni la experiencia como Pérez Mota y Miguel Ángel Delgado. El primero dejó buenas sensaciones al confirmar el pasado año; mientras que el sevillano Delgado posee un temple y gusto privilegiados. ¿Ambos serán capaces de demostrar sus condiciones en pleno San Isidro, en Madrid, y ante una corrida con la seriedad y, muy probablemente, la exigencia de José Escolar? Espero y deseo que sí. Sería una gran noticia. Si no, la tarde se podría poner verdaderamente difícil...
Con estas premisas, ¿todo quedará así?
 Robleño y los de Escolar otra vez frente a frente Toros de José Escolar, muy bien presentados, serios y astifinos, en tipo, algunos ovacionados de salida y en el arrastre. Encierro encastado y exigente con algún ejemplar complicado y algún otro con más nobleza y posibilidades. Interés.
Fernando Robleño: ovación con saludos y oreja
Pérez Mota: saludos tras petición y silencio
Miguel Ángel Delgado: silencio y palmas.
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