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La Ficha del Festejo. Bien dice el refrán Calé: Que no quieren buenos principios para sus hijos y en ésta ocasión, viene ni que pintado dicho refrán. Ya que la primera corrida de la Feria de San Isidro del presente año así lo ha confirmado, Toros de buena presencia, bien armados con su peso y edad reglamentaria, pero: mansos, descastados, desrrazados y sin ningún condumio dentro, ni chicha ni limoná, teniendo que exceptuar el quinto que fue el único que valió, que tampoco fue para tirar cohetes, pero que a la postre se fue al desolladero sin que el torero pudiese sacarle el partido que tenía. Luego la gente del toro dice que somos duros y exigentes, pero la verdad apabulla y nuestra obligación es decirla pese quien le pese. Pedimos, el toro integro y el torero auténtico ¡eso es mucho pedir!, ¿creo que no?
Con lo expresado en líneas anteriores creo que queda dicho y de forma clara el comportamiento de las reses procedentes de Atanasio y Lisardo que ya no les queda ni siquiera el compás de antaño, es una pena que dicho encaste le echaran a perder.
 Con este toro y este torero comenzó la feria que nos dejó silencios por doquier Y ahora que digo de los tres espadas encartelados; más bien poco o poquito. Dónde está ese David Mora que nos encandiló en años anteriores con aquella Puerta Grande del 2012 o esas orejas del anterior año. Pues hoy en la inauguración de la feria isidril, del que poco hay que contar sobre la actuación en el toro que abrió feria, es verdad que el morlaco no valía un pimiento, ya que siempre se defendió, no dando posibilidad alguna al madrileño; despenándolo de pinchazo y estocada entera algo desprendida. Silencio. Doblándose Mora con el segundo, todavía pensábamos que iba a ser que sí, pues no También el cuarto se defendió, pegando tornillazos y Mora simplemente medio cumplió con su quehacer, siendo protestado por el respetable, tras tocarle los costados para perfilarse con la espada, marrando en cinco ocasiones, con lo cual el burel terminó acostándose sin más trámite. Otro silencio en los tendidos.
 Algún pase de trinchera de Luque tuvo chispa Más pero mucho más esperábamos del torero de Gerena (Sevilla) Daniel Luque, pero el cuatreño buscó tablas nada más salir y la cosa se complicó dada las formas de embestir, pese a ello algo consiguió el andaluz, una buena tanda por el pitón derecho, pero no así por el pitón zurdo, desilusionado Luque se fue por la espada de verdad, consiguiendo un espadazo entero en buen sitio, que hizo doblar al del convento, pero en la puerta de chiqueros, rematándolo el puntillero. Silencio. Lances de recibo en el quinto del sevillano El de Gerena mejoró algo ante el noble quinto, pero sin llegar a las buenas condiciones que presentaba el de Valdefresno. Podemos destacar esas cuatro verónicas en la boca de riego en el saludo con el percal, tampoco estuvo mal al inicio de faena aunque siempre por debajo del morlaco, en pequeño descuido y por perderle la cara fue cogido sin mayores consecuencias, eso sí la taleguilla quedó hecha girones, teniendo que enfundarse un pantalón vaquero para continuar; logró unas tibias palmas al torear con la diestra mano, pero su labor fue poco a poco perdiendo fuste hasta el punto que los parroquianos rompieron con las crudas palmas de tango, aun dichas palmas subieron de tono cuando Luque intentó hacer el mago con la pañosa, nada por aquí, nada por allá por cada uno de los pitones del burel, eso quizá al único que le perdonan es a Talavante. Con la toledana logró cazarlo al dejar una estocada entera aunque traserilla que hizo doblar al animal. Daniel se dejó ir la única res potable del encierro. Otro de los silencios sepulcrales de la tarde.
 Pase de pecho de Silveti en su primero Manso fue el tercero de la tarde y que se las traía y le toco al de Irapuato Diego Silveti, que en lugar de embestir por derecho lo que hacía era pegar hachazos, en uno de ellos fue desarmado y quizá el manito no lo entendió o le faltó técnica para quitarle tan feo proceder y el público ya inquieto de como transcurría el festejo, protestó al mexicano, que cortó por la calle de en medio, pidiendo la espada de verdad para pasaportarlo de dos pinchazos un cuarto de espada en buen sitio y dos golpes con el de cruceta. Silencio. Máxima exposición en las bernadinas finales del mexicano No sé porque ni lo entiendo que el diestro se jugara la vida sin ton ni son en el toro sexto, quizá creyó que con ello conseguiría algo, pero su decisión y su valor apenas fue considerado por los espectadores, que de hecho había empezado abandonando ya sus localidades. Con actuaciones así de temerarias y sin condimento en su labor, no se logra el objetivo de conseguir el triunfo y para colmo no estuvo acertado con los aceros. Otro silencio para el de México.
Es de desear que el día de mañana la cosa vaya mejorando, pese a la baja de David Galván, que aún permanece en la clínica tras la grave cogida sufrida recientemente.
Fotos: Muriel Feiner
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