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Especialmente la afición mexicana, hoy se debatía -casi-, entre seguir lo que ocurría en Las Ventas y en la Maestranza. No se si ya alguna vez en la historia dos toreros mexicanos habían sido anunciados el mismo día, uno en la Feria de San Isidro, y otro, en la de Abril. Difícil, pues es una excepción que se empaten los calendarios de ambas. Si quisiéramos volarnos, diríamos que esto no ha sido una mera coincidencia, sino una muestra de que nuestra fiesta está ya a la par con la de la península de manera contundente. No vamos aquí ahondar en que se trata de unos avances, unos nombres, unos esfuerzos que están en camino de ello. Coincidencia pues, pensamos. Una más, coincidía además que los dos paisanos, como último espada de su respectivo cartel, actuarían en los mismos turnos y, por tanto casi simultáneamente.
En conjunto, podríamos afirmar que a la afición mexicana le interesaba más lo de Sevilla. El cartel era bastante familiar. Como fuera, para estar al tanto, hubo que hacer un ejercicio de concentración extra. Poner la vista en Madrid y el oído en Sevilla.
Al final, parece que fue más atractivo lo que ocurrió en Sevilla. Y, como resultado, para México particularmente, también ha aventajado a lo de Madrid. Joselito Adame tiene Madrid por delante, Diego Silveti, ya atrás.
 Silveti evitó el desastre de total de la tarde con su valiente actitud En las próximas horas, no ocuparán mayor espacio en las tertulias ni en el intercambio de comentarios entre mexicanos, David Mora y Daniel Luque; gracias a la decepeción de Valdefresno. Por tanto ninguno ganará o perderá cartel en estas tierras -si es que ello les preocupa-. Tampoco Diego Silveti. Sin embargo, de cara a la temporada europea, a Silveti es a quien más le puede desfavorecer. Ello fue lo que tal vez le hizo tener que emplearse a fondo con el cierra plaza, así fuera a volteretas. Que no había toro fácil, sí, como también evidenció falta de recursos para solventar. Lo rescatable es que logró rescatarse, pues pudo haberse ido pitado. La angustia por verlo de nuevo prendido, difuminó lo que no había. Así por lo menos no dejó hundir el barco, con alardes de valor y con la actitud elemental que se espera de todo aquel que pasa por el ruedo de esta plaza.
Poco queda por compartir entre Madrid y Sevilla. La mecha de la feria de abril -en mayo- está por extinguirse, mientras que la de mayo-junio, acaba de encenderse; aunque hoy en Las Ventas ha quedado apenas alguna pavesa.
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