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Tres cuartos de entrada. Seis toros de Victorino Martín bien presentados, bravos, encastados, con recorrido y duración. El tercero indultado por Paco Ureña. 1º, 2º y 5º aplaudidos en el arrastre.
Uceda Leal, oreja y oreja
Antonio Ferrera, dos orejas y dos orejas
Paco Ureña, dos orejas y rabo simbólicos y oreja.
Inolvidable tarde de toros la vivida en Cieza. Seriedad, interés, emoción y éxito, han tenido el debut de, José Ortega Cano como empresario y el del ganadero Victorino Martín el coso de “La Deseada”.
A hombros todos los protagonistas del festejo Tarde en la que la terna, empresario, ganadero y su mayoral salieron a hombros por la puerta grande.
Al inicio del festejo se guardó un minuto de silencio en memoria de D. Carlos Saavedra López- Chicheri, gran historiador taurino fallecido recientemente. El público hizo saludar a la terna y al empresario José Ortega Cano desde el tercio. Seguidamente se le entregó una placa de reconocimiento al ganadero por lidiar por primera vez en esta plaza.
Uceda Leal al natural El primer toro en saltar al ruedo se llamó Excítense nº 23, cárdeno. Encastado, bravo en varas y pronto en banderillas. Uceda Leal, lo saludó con verónicas, ganando terreno, abrochando con media. Tras brindar a Ortega Cano, inicio la faena de muleta con ayudados por bajo, siguiendo con tandas con ambas manos con muletazos exquisitos, lentos con temple y mando a un toro que buscaba al torero al segundo muletazo. Pinchazo hondo en todo lo alto y descabello.
Complicado y serio fue el segundo de su lote, que se volvía buscando los muslos al madrileño que supo tapar defectos y realzar cualidades a base de firmeza y toreo perfecto, dándole la lidia adecuada en cada momento. Estocada hasta los gavilanes y descabello.
Antonio Ferrera ejecuta el pase de pecho mirando al tendido Antonio Ferrera: Su primer toro serio con cuajo, bravo y encastado, empuja en varas y pronto en banderillas. Una vez más ha demostrado su gran profesionalidad lidiando de capa, sacando a los medios a su oponente, lidiando sobre los pies y rematando con bonita media. Brillante en banderillas poniendo los palos asomándose al balcón. Inicia la faena de muleta llevándolo por bajo, siguiendo con tandas de muletazos profundos y largos por ambos pitones, abrochando con pases de pecho de pitón a rabo y desplantes muy toreros, muy del agrado del público. Estocada en el hoyo de las agujas.
Ferrera con la diestra Saludó a su segundo con un ramillete de verónicas rematando con media, en los medios. El Victorino metió los riñones en varas, acudió con prontitud en banderillas y fue complicado en la muleta. Ferrera volvió a estar brillante en banderillas y excepcional fue en el puesto "al violín". Lo entendió a la perfección, realizando una faena de gran emoción, dándole tiempo y en su estilo. Muy entregado alargó la embestida dando naturales realmente bellos y de mucha transmisión. Gran estocada.
Paco Ureña arrastrando la muleta con 'Estudioso' barriendo la arena Paco Ureña: recibió al primero de su lote con una serie de verónicas ganándole el terreno, cargando la suerte, abrochando con media de cartel. Toro de nombre “Estudioso” nº 109, cárdeno de 505 Kgs, bravo, encastado, con recorrido, duración y noble, apretó en varas con fijeza, alegre en banderillas y exigente en la muleta. Un toro de extraordinario de esos que son capaces de descubrir a los malos toreros. Ureña vio que el toro iba a más conforme avanzaba la faena, entendiéndolo a la perfección. Estuvo firme, clásico, puro y muy torero. Lució al toro con series largas, de hasta doce muletazos, barriendo el albero y, muy templado, corría la mano atrás llevando al toro, (que con el hocico hacia surcos en la arena) embebido en la muleta, abrochando con pases de pecho de pitón a rabo y desplantes torerísimos. Rotundo en su toreo al natural, ligado, templado de gusto exquisito, con empaque, pureza y sentimiento. Los tendidos pedían el indulto mientras el lorquino seguía toreando. Finalmente el palco mostró el pañuelo naranja concediendo el indulto de “Estudioso”. Emocionante y emotiva fue la vuelta al ruedo de Paco Ureña compartida con los dos ganaderos padre e hijo.
Tras el indulto Ureña y Victorino, padre e hijo, direon la vuelta al ruedo En el que cerraba plaza, bravo en todos los tercios, lo lanceó con temple, en el centro del anillo, resbaló y quedó a merced del toro, el subalterno de su cuadrilla “Azuquita", le realizó un quite de peligro sensacional. Inicio la faena de muleta, en la boca de riego, con la zurda con naturales largos y profundos que calaron con fuerza en los tendidos. Entró a matar con rectitud cobrando un estoconazo hasta la bola de los que por sí solos merecen una oreja. El toro rodó sin puntilla y con la boca cerrada, como sus hermanos de camada.
Corrida de las que hacen afición y escriben la historia del toreo y de la plaza de toros de Cieza.
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