Octava corrida de Temporada Grande en la Plaza México. Ante unas 3 mil personas en tarde agradable, se lidiaron 6 toros de Rancho Seco, cuatro bien presentados y dos terciados. Sobresalió el quinto por su calidad. En general débiles, el tercero complicado, los demás se dejaron torear. Leonardo Benítez, silencio y saludos; Humberto Flores, oreja y oreja; Enrique Espinosa El Cuate, división tras aviso y oreja. Humberto Flores en su primero realizó una faena derechista con algunos pases de calidad a media altura, aunque quizá ahogó un poco al toro que tenía poca fuerza. La estocada fue entera ligeramente tendida y recibió una oreja que fue protestada por el poco público asistente. Al quinto de la tarde lo entendió de inmediato dándole su tiempo y distancia adecuadas en una faena con parsimonia y tranquilidad, desafortunadamente una aparente lesión en los cuartos traseros no le permitía al astado entregarse por completo, aún así, las pocas embestidas que llevaba dentro fueron de mucha calidad. Estocada entera en inmejorable sitio fue suficiente para cortar una merecida oreja. El Cuate Espinosa se entregó en sus dos faenas. En su primero, al iniciar su labor muleteril, fue empitonado aparatosamente sin consecuencias. Aturdido por el golpe realizó una faena rapidilla ante una astado al que quizá le faltó un puyazo. Pasó fatigas con el acero escuchando un aviso retirándose entre división de opiniones. Con el que cerró el festejo un toro soso que terminaba el recorrido con la cara alta, tardó en acoplarse hasta conseguir dos tandas de mucho mérito por pitón derecho. Algunos detalles por el izquierdo finalizando de media estocada perpendicular para recibir una oreja. El venezolano Leonardo Benítez, con el que abrió, Plaza mostró voluntad; el toro protestaba al tercer muletazo por lo que tenía que recortar las tandas. Entrega y voluntad marcaron su labor retirándose en silencio. Con el cuarto se perdió totalmente. Su faena no tuvo estructura por lo tanto tampoco contenido. Toda su labor fue protestada con algunos gritos de ¡Toro! El espadazo fue trasero pero suficiente para que doblara el toro. Leonardo saludó en el tercio por su cuenta con fuertes protestas. Al final del festejo salió a hombros Humberto Flores. El banderillero Cristian Sánchez saludó en el tercio después de dos excelentes pares de banderillas. |