Tres cuartos de entrada. Astados de San Martín, terciados. El lote más chico -insignificante- le correspondió al señor Cavazos. Seis bravos, encastados y con calidad. El sexto devuelto por manso de solemnidad, sustituido por un pequeñín. Exageradamente castigados en varas. Arrastre lento al quinto. El rejoneador Eduardo Cuevas: Oreja protestada. Eloy Cavazos: Oreja y dos orejas. Jorge Gutiérrez: Saludos y oreja. Alejandro Amaya: Saludos y dos orejas. |