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Ficha del Festejo.
Hoy sábado uno de junio, se echaba el cierre del San Isidro 2013, con una corrida de los Hijos de D. Celestino Cuadri, criados en los campos onubenses; para tres toreros valientes, dos de nacionalidad española y uno de allende los mares, concretamente de la hermana Colombia. Mucho esperábamos la corrida final, que nos deparó algo insólito y no visto en esta plaza. Pero esto es la fiesta, emoción, transmisión y no hay que darle más vueltas.
Que los toros de Cuadri no fueron los del pasado Isidro, claro lo dejaron hoy; pero salieron pidiendo el carné a todos; con pitones, romana, bien presentados, rematados, que más podemos pedir los amantes del toro de lidia, de todo hubieron, encastadillos, mansitos y lo que quieran decir los buenos aficionados, esa afición que hoy colmaba el coso, aplaudidos en el arrastre a tres de ellos; el 1º, el 2º y el 5º, división para el 4º, silencio para el 6º y pitos para el 3º, no esta mal de promedio, como también de media fue los 593 kilos sobre sus lomos, Un año más creo que es de recibo felicitar al ganadero que los cría. D. Fernando Cuadri.
De los alternantes hablaremos más adelante, ya que hoy antes que nada hay que hablar de una cuadrilla entera a las órdenes del salmantino Javier Castaño, cuadrilla de lujo que protagonizó el mejor tercio de varas del ciclo y el mejor segundo tercio del que jamás hayamos oído comentar en la plaza de Las Ventas del Espíritu Santo en sus 83 años de existencia.
En el día de hoy si podemos decir, “al toro que es una mona” y no es que lo fueran, pero viene al caso.
Con el permiso de los matadores y en especial el de Javier Castaño. Por narices hay que resaltarlos. Tito Sandoval, en el 5º de la tarde, protagonizó el mejor tercio de varas del ciclo; primero toreó a caballo, segundo citó con la voz y la vara en alto para provocar la embestida de Pilarico, al arrancarse el morlaco, tiróo la vara hacia delante para dejar un puyazo en todo lo alto del morrillo y así la segunda vez; los aplausos de todos los asistentes no se hicieron esperar. Y esto continua: Marco Galán bregó como Dios Manda ¡y que manda Dios?, hacer la cosas bien hechas que bien parecen, los otros dos de plata, David Adalid y Fernando Sánchez, el uno de azul marino y plata, el otro de verde y azabache, con garbo, torería y dedisión se fueron hacia el cuadri para dejar sendos pares de garapullos en todo lo alto, hasta cuatro pares, el tercero de Sánchez de poder a poder y encunándose frente a los pitones; la gente en pie ovacionó a los rehileteros, como sería la ovación que su jefe de filas, no solo autorizó que se destocaran, sino que les animó a dar la vuelta al anillo a los tres toreros de plata, teniendo que sumarse el varilarguero Sandoval; apoteósica fue la vuelta al ruedo. Gracias Javier Castaño por llevar tan estupenda cuadrilla y gracias por lucirla en plenitud. Con esa actuación no sólo estaba pagada la entrada, sino que una vez más, se demostró la grandeza de la fiesta y el compañerismo que en ella existe.
 Cuatro toreros que sí engrandecen su profesión y nuestra afición Como exige la profesión, volvamos al resto de la corrida y hablemos de los matadores, que es lo suyo.
Fernando Robleño, pequeño de estatura pero grande de corazón, recibió lucidamente al primero de la tarde con lances a la verónica que llegaron a los tendidos, con la muleta preparada se fue a los terrenos entre el cuatro y el cinco para iniciar faena, con doblones suaves, ya fuera de rayas, dos derechazos de muy buena factura rematando la serie con el forzado, sonaron la primeras palmas del festejo; fue una pena que el toro perdiera fuelle y en un despiste del torero al iniciar los naturales, fue enganchado feamente, no llegó a herir, pero el animal con sus 628 kilos aplastó al madrileño, que tras reponerse del aturdimiento, tomó la espada para dejar una estocada en las péndolas, muriendo el bicho sin remedio. Hay ocasiones que no entiendo al público, como hoy, al silenciar su labor. Se las traía el cuarto burel, un toro alto de agujas, enmorrillado, bien armado que embistió con complicaciones, derribó en el primer envite al jamelgo, en venganza del tumbo, se le pegó fuerte en el segundo puyazo. Robleño tenía un regalito ante si, inició lidiándolo y trasteándolo por la cara, ya que el toro buscaba hacer presa; solo la técnica y su tesón pudieron con él, entró con la toledana con dedisión para dejar un espadazo, resistiéndose el morlaco a doblar, eso le valió que los aficionados le tocaran palmas en el arrastre.
 Así comenzaba la última tarde de la feria con Fernando Robleño El segundo del festejo, astifino que escarbó, fue a las manos de Javier Castaño, que de entrada se frenó en el capote, pero sirvió para el segundo tercio en que David Adalid y Fernando Sánchez se lucieran. A la boca de riego se fue ya con la franela en mano para brindar, una de las tandas con la diestra mano hasta consiguió bajarle la mano, con la zurda, muy cruzado, dio dos lentos naturales; estuvo por encima de su oponente, por eso se le ovacionó. Todo quedó en agua de borrajas al fallar con los aceros, incluso descordó con el de cruceta. Palmas para el salmantino. La sorpresa llegó en el quinto, en que vimos y gozamos, lo ya descrito en líneas anteriores. Lo dejó reposar y que se oxigenara el toro, teniendo ya la pañosa en sus manos, para enjaretar una tanda de naturales de dibujo, al cambiar de mano un fuerte paletazo del morlaco le rompió la nariz, pese a las embestidas poco claras Castaño pudo con su oponente, pero nuevamente falló a espadas. Así mismo y por segunda vez, saludó desde las rayas.
 Javier Castaño no pudo rematar con las ansiadas orejas Manso fue el tercero de la corrida y el que le tocó al colombiano Luís Bolívar; que no se empleó en varas y que se dolió en el segundo tercio. Bolívar busco la distancia, pero el cuadri ni por esas quiso embestir, teniendo que abreviar el caleño, pero, pero mal con los aceros. Silencio en los tendidos. Tampoco tuvo suerte con el sexto, siendo pulcro su quehacer, pero no logró remontar faena. Lo despachó de estocada entera desprendida. Otro silencio para el espada.
 Bolívar lo tuvo difícil con los Cuadris del cierre Y hasta aquí llegamos, un año más diré la frase de despedida. MISIÓN CUMPLIDA. En la feria del 2013.
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