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Hoy todos regresábamos a nuestra localidad en Las Ventas con una sonrisa, hablando y departiendo sobre lo mucho que dio de sí la corrida de ayer. Unos se centraban en el interesante y encastado encierro de Adolfo Martín; otros en el espectáculo de la cuadrilla de Javier Castaño; otros en la capacidad lidiadora de Antonio Ferrera durante toda la tarde… en definitiva, todos hablábamos de toros. Dos horas y pico después, cuando salíamos de la plaza, nuestras caras ya no irradiaban la misma felicidad, ni nuestras palabras y debates eran tan positivos. En la vigésimo segunda del abono volvimos a lo de siempre, a un espectáculo aburrido marcado por la desesperante mansedumbre que tanto hemos tenido que sufrir esta feria. Hoy Samuel Flores tuvo el mérito de superar a la mayoría de sus compañeros en el grado del petardo. El encierro albaceteño no hubo por donde cogerlo. Ni en presentación, ni en juego. Nada de nada. La mayoría cornalones y serios por delante, pero sin remate alguno por detrás. Eso de que este encaste (Gamero Cívico) es “culipollo” es verdad, pero de ahí a animales escurridos y auténticas sardinas como el quinto… hay un trecho. Si hace años el principal problema de esta histórica divisa era la falta de fuerzas, así como de casta, esta última sigue siendo alarmante, pero la primera en parte se ha solventado. Algo es algo dirán algunos. El caso es que hoy sólo se cayó uno, el tercero, un bichejo impresentable que fue de vuelta a los corrales por su manifiesta invalidez. El resto no se cayeron, pero fueron toda una muestra de mansedumbre y ausencia total de casta. Una pena que este hierro sea casi el único representante de esta procedencia, porque esta ganadería está absolutamente podrida. Hundida desde hace años (por no decir décadas) por la consanguinidad (no hay donde refrescar) y la mala selección, Don Samuel se tiene ahora que conformar con que sus ejemplares sean estoqueados por ternas sin el relumbrón que poseían las figuras que mataban sus corridas hace no tantos años. De lidiar en Beneficencia con carteles rematadísimos, ahora los “samueles” se anuncian un 12 de octubre (como el año pasado) o en días de relleno en San Isidro. Y, aún así, puede dar gracias este ganadero, pues si por méritos fuera, su vacada habría dejado hace mucho tiempo de aparecer en las combinaciones madrileñas. ¿Cuántos años lleva pegando petardos Samuel Flores en Las Ventas? Pues parece que a algunos no les parecen muchos teniendo en cuenta que lo repiten cada temporada sin descanso. Pues que sepa Taurodelta que por estos caprichos tan sospechosos, hoy el petardo volvió a ser mayúsculo. Los jóvenes Pérez Mota, que confirmaba alternativa tras seis años, y Rubén Pinar quisieron, pero no pudieron con semejantes productos en sus manos. El otro diestro acartelado, Antón Cortés, ni pudo, ni quiso. Además, a todo esto hay que sumar el fortísimo viento que sopló en el coso toda la tarde. Si se suspendiera un festejo por viento, sin duda, hoy no se habría celebrado la corrida. En fin, que la combinación de este fenómeno meteorológico con la mansada sin casta de Samuel nos devolvieron a la cruda realidad tras el espejismo de ayer. Menos mal que mañana, en la última de San Isidro, llega uno de los hierros más esperados en Madrid y que más alegrías y tardes de emoción nos ha brindado: Cuadri… ¡Suerte! El viento existía al llegar a la plaza, luego se convirtió en vendaval de mansos |
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