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Ficha del Festejo.
Hoy por primera vez de lo que va de Feria, un torero de los de verdad paga con su sangre tras hacer el toreo de siempre sin trampa ni cartón, cuando ya había culminado su labor y cuando el toro herido de muerte, estira la gaita y se cobra el tributo de un torero honrado y con hambre de triunfo, pero haciendo el toreo de siempre, sin posturas ni remilgos. Esa es la única forma de llegar a lo más alto y la gloria. Olé por los toreros machos, honrados, que siempre va con la verdad por delante.
Preámbulo de la faena de muleta que ya había prologado con la capa El encierro de Parladé, ahora criados en la vecina Portugal, fueron manejables en conjunto, nobles de principio a fin, de los seis cornúpetas el que más destacó fue el lidiado en segundo lugar, que ya casi muerto aun demostró su raza, su encaste, su nobleza y su bravura, tras herir al torero de Orduña y cuando el tiro de mulillas se llevaban el público lo premió con sonoras palmas, su nombre “Grosella”, un negro listón bragado y axiblanco, nacido en diciembre del 2008, marcado con el nº 34 y de 536 kilos sobre su osamenta. El resto del encierro si dio facilidades para que sus respectivos matadores pudieran al menos lucirse, aunque ninguno sacó la raza y la casta que el ya descrito con anterioridad. El peso medio en la romana fue de 548 kilos.
Quizá la cogida de Iván, marcó el signo del resto del festejo y la corrida no terminó de romper. Tras el percance de Fandiño. Manuel Jesús “El Cid”, tuvo que matar tres de los bureles: primero cuarto y sexto. En esta su segunda comparecencia, estuvo más dispuesto y animado, ya lo demostró nada más iniciarse el festejo, ante un toro cinqueño que manseó y que después del tercio de varas se quedó totalmente parado y refugiándose en terrenos del 5, p'aya que se fue el de Salteras, pero dadas las condiciones del animal, poco o nada había que hacer, en un arreón desarmó a Jesús, con su ya larga experiencia tomó el arma toricida, matando bien a su oponente, haciendo lo mejorcito de su quehacer, pero por la trayectoria de la espada tuvo que hacer uso del descabello de forma certera. Nada más saltar a la arena el cuarto, El Cid saludó al burel con tres buenas verónicas marca de la casa, las palmas afloraron en los tendidos. Con la muleta y en el centro del platillo, citó con diestra y en cada tanda fue mejorando, por la última se le ovaciono tras rematar la serie con un forzado; le faltó quietud al tomar la franela con la mano siniestra, rara abis, ya que es su fuerte por lo menos le vimos más dispuesto; entró decidido a matar, para dejar una estocada un pelín caída, doblando el animal. Palmas de la concurrencia y el diestro saludó desde el tercio. Manso y escarbando fue el que cerró festejo, por de delantales fue el saludo capotero. Un detalle, fue el brindar la muerte del bicorne a la cuadrilla del compañero herido, acto que llego al público ovacionando al sevillano por el detalle; a los terrenos del 7 y en las rayas inició su faena con la derecha, desafortunadamente sin transmisión alguna, pero su público no cesó de animarlo, pero ya no hubo oponente. A matar se ha dicho, haciéndolo de pinchazo sin soltar y un contundente espadazo que acusó el cuatreño. Silencio para ambos.
Con el quinto, con la muleta en la diestra, El Cid El otro andaluz Daniel Luque. Cierta movilidad tenía el primero de su lote, pero terminó escarbando, midiendo, mirando y manseando. Dadas las embestidas algo inciertas, buscando los tobillos el burel, el de Gerena abrevió. Metió la mano con cierta facilidad el estoque en el morrillo dejándolo para el arrastre. Silencio para Luque. Se corrió turno, toreo y mató sin pena ni gloria a su contrincante; que bien se desplazaba el bicorne, pero Luque estuvo mecánico durante todo su quehacer que más parecía un robot que un humano y entre pitos y flautas se le fue el cuatreño. Con la toledana, un pinchazo hondo desprendido y un certero golpe con el de cruceta dieron buena cuenta de toro.
Hoy hasta con el capote lució mecánico He dejado a propósito para finalizar ésta crónica la seria y torera actuación del torero vasco Iván Fandiño por el percance sufrido en el final de una labor digna de encomio en el único que pudo pasaportar. Como suele decir un colega de la tele; bueno bueno, que bien con el capote el saludo del de Orduña, eso nos hizo presagiar que veríamos algo bueno y no nos traicionó el augurio. Cuatro estatuarios con las zapatillas atornilladas en la arena fue el inicio de faena rematando con pase del desprecio la ovación no se hizo esperar, seguidos de cuatro redondos diestros de muy buena caligrafía, dejó respirar a su rival dándole distancia, para continuar una labor de menos a más, los dos naturales fueron excelentes dando el pecho al toro, con la pata p'alante y así continuo, poco a poco bajándole la mano, transmitiendo su toreo a toda la plaza, ya todos pensamos que si lo mataba bien, como mínimo habría un trofeo y como la fe mueve montañas, recetó de primeras un pinchazo, pero ¡ay amigos! en el segundo envite una estocada entera hasta los gavilanes, tal fue su fe, que el animal ya con el estoque mortífero dentro de sus carnes, estiró la gaita, cogiendo feamente al torero, el bicho murió pero mandando a la enfermería a su matador. Los albos pañuelos salieron a relucir de forma total y a D. Julio Martínez que le cuesta muy mucho sacar el suyo, no le tuvo más remedio que finalmente sacarlo. Oreja de peso para el torero de Orduña.
Alcalareño saludando la ovación Para cerrar la crónica he aquí lo más sobresaliente de las cuadrillas: Montera en mano saludo “Alcalareño” al parear al segundo del lote de “El Cid”, palmas por la brega a “El Boni”, también de la cuadrilla de Manuel Jesús, escucharon palmas la cuadrilla de Fandiño: Miguel Martín, “Jarocho” y Jesús Arruga, también se aplaudió a Antonio Manuel Punta de la cuadrilla de Luque. Dieron la vuelta al ruedo con el trofeo ganado por su jefe de filas toda la cuadrilla tras caer gravemente herido. Mañana retornamos al ciclo isidril.
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