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La feria alcanza su primera mitad, y…
Pasó ya el acontecimiento del año, algún cartel con figuras, los modestos, novilladas, toros de distintos encastes. Trece tardes que se hacen muchas para poco. No vamos a hacer por ahora un corte por el hecho de llegar al ecuador del serial, pero si podemos decir que a esta altura la feria se vive diferente al otro lado del Atlántico.
Como hemos dicho, el equiparable del abonado de Las Ventas puede ser el abonado al “Paquete de Ferias Taurinas”, como se vende acá a las transmisiones del Canal + Toros. Sin embargo, la cita cambia considerablemente. Primero, por la ventaja de no tener que acudir exactamente a la hora. Al ser medio día, la mayoría nos encontramos en los centros de trabajo –excepto fines de semana, claro está; a no ser que trabajemos desde casa. Segundo, a no ser que se trate de un cartel con los toreros conocidos por acá, es decir, las figuras, o algún paisano, en primera instancia el interés será mucho menor. Dependiendo de esto, algunos buscarán la transmisión por internet para verlo en directo y, aquí lo importante: dependerá del resultado que se agende repetición al volver a casa o, se deje como opcional. En otras palabras, la feria no se vive del todo, y ello impacta en el cansancio de encontrar poca recompensa, y por tanto exigencia, por lo que significa acudir a diario a la plaza luego de toda una jornada diaria.
El cartel de hoy, por ejemplo, no es de los que generen interés a priori por estas tierras. Luego, tras el resultado, apostaría a que la gran mayoría de los abonados mexicanos no se entretuvo en ver el festejo completo. Uceda Leal con, -quizá-, una de sus peores tardes en Las Ventas empuja a muchos a pensar que no tiene más que dar. Eduardo Gallo, con el viento en contra, pero con el mejor lote a favor, ha dejado para mejor ocasión la conquista de Madrid. Ambos, hoy, han firmado no escalar en el escalafón y “seguir en su lucha”. David Mora, metido más en el circuito, ha encontrado el público para su gusto, sin necesidad de abrir una puerta grande de ley.
Ninguno tampoco llega a ver ni la sombra de lo que lidian allá Estos toreros que se quedan a media tabla, que por estas razones no llenan la agenda, son recibidos en estas tierras por el invierno para aplaudirles su gran técnica y sitio. Las figuras están firmadas, a no ser por una lucha de poder (desavenencias económicas e imposiciones). Pero tristemente, los que resultan interesantes para algunos de los que seguimos la feria y la temporada por completo, no les quieren otorgar la estrellita de calidad de importación.
Habrá que indagar como le hicieron los aficionados franceses.
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